sábado, 21 de noviembre de 2009

MI PRIMER "¡ZAS!, EN TODA LA BOCA" POR PARTE DE LA UNIVERSIDAD

Como bien sabrán los que me lean "al día", los que hayan hablado conmigo ultimamente y los que conviven por aquí conmigo, llevo un par de semanas agobiadillo con una asignatura. Si, con una asignatura, en serio, de erasmus también se curra.

Todo empezó hace un mes y medio. Se trataba de una asignatura que de por sí no me gustaba mucho pero que la tenía que hacer para convalidarla. Pues bien, desde el principio ya vi que esa asignatura iba a darme mucho mal. Resulta que se daban todas las horas concentradas en pocas semanas, concretamente en viernes y sabados a ración de 6 horas seguidas. Si, en SÁBADO si, a las 8 de la mañana, vaya vida nos pegamos los erasmus, ¿a que si?. Al final no parecía tan fea como pareció al principio o incluso ya antes de venir en la descripción. El trato era encillo, ir a clase, aprender todo lo posible y al final, el último día entregar un trabajo y defenderlo en una especie de examen oral.

La cosa es que después de dos semanas dándolo lo todo sólo para hacer y entregar el trabajo final con el que se valorará todo lo hecho durante el curso y después de que yo ya no lo viera tan negro y que me gustara el trabajo y todo. Hoy, sábado, si sábado, lo he entregado, presentado y defendido.

Ha terminado la tortura china esta y creyendo que he respondido las preguntas correctamente me he sentado tranquilamente y respirando por fin pensando en lo bien que voy a dormir esta noche (los que me conocen ya saben a lo que me refiero). Pues bien, al final de la clase ha venido el jarro de agua fría y que os expongo en forma de diálogo tal cual:
Professor-"Mr. Ortega, you have a 2"
Chuseciko-(What the F***?) A 2? How can it be?
P-I'm sorry but aI can't give you more.
Ch-(F***!)... What can I do for make it better?
P-Better? It's better enough I think.
Ch-I think I can do it better, I need to pass.
P-??? You passed (F****** stupid spanish!), here in Vienna, the califications are from 1 to 5, 1 is excellent and 5 is fail.
Ch-Oh!, I see, uhm.... Im sorry, THANK YOU!


Ahora los subtitulos:
Profesor-Sr. Ortega, tiene usted un 2.
Ch-(Recorcholis, rayos y retruécanos) ¿Un 2?¿Cómo puede ser?
P-Lo siento pero no puedo darte más.
Ch-(¡Heces!)... ¿Qué puedo hacer para mejorar la nota?
P-¿Mejorarla? Creo que es lo bastante buena.
Ch-Creo que puedo hacerlo mejor, necesito aprobar.
P-¿?¿?¿? Pero si has aprobado (¡membrillo!) Aquí en Viena, las calificaciones van del 1 al 5. Un 1 es excelente y un 5 suspenso.
Ch-¡Ah!, ya veo, uhm.... Lo siento, GRACIAS.


Así que mi primer notable en Viena, ¿habiais pensado que había suspendido eh? ¿Pensabáis que estaría de fiesta todo el día eh? Pues que sepáis que las fiestas son de noche jajaja. Es broma, hay tiempo para todo, hasta para estudiar de lo lindo.


Proximamente en sus pantallas.....
¡CRACOVIA, ese gran desconocido!
No se la pierdan.

jueves, 19 de noviembre de 2009

COSAS QUE NO SE DEBE HACER EN LA COCINA (I)

Pongo una I de primera entrega porque seguro que me volverá a pasar. Esta va a ser la cosa más reciente que escriba puesto que la voy a escribir desde el dolor todavía reciente. Antes de contarla expongo la situación que me ha empujado a ello.

Resulta que llevo una semana ajetreada, mañana entrego y expongo una asignatura y con suerte se termina la pesadilla. Llevo pues, toda esta semana de 8 de la mañana a 20 (o más) de la tarde en la universidad encerrado porque necesitaba emplear un software tirando a muy caro y que a la vez es muy raro. Tan raro que ni en el emule lo ves.

En consecuencia a tan ajetreada semana y teniendo en cuenta que los supermercados abren de 7 a 19 pues no me ha dado tiempo a comprar y he ido viendo como mis reservas menguaban poco a poco. Tanto han menguado que hoy me ha entrado la típica hambre de jueves, que suele ser igual que la del miércoles pero siempre en jueves. Resumiendo, he mirado a ver lo que tenía y el balance era este:
  1. -Un puñado de arroz
  2. -Un triste huevo huérfano hijo de gallina soltera.
  3. -Algo de ketchup
  4. -Sal y pimienta

¿Qué recetas se os ocurre con esos ingredientes?

A mi se me ha ocurrido arroz con pollo especiado, pero el pollo era demasiado joven así que el típico arroz con huevo frito y a falta de tomate ketchup que por un día no pasa nada.

Me he puesto manos a la obra y aquí ha llegado la incógnita:
¿cómo puedo darle sabor al plato este sin pastillas avecrem?

Pues pensando un poco, he llegado a la conclusión de que el avecrem está hecho de polvos prensados. ¡Perfecto! Yo tenía un bote entero de pimienta (nótese el tenía), así que le pongo de eso hasta que coja colorcillo y rico rico.

La teoría parecía perfecta pero en la práctica nunca se cumple la teoría al pie de la letra. He aderezado el arroz mientras se cocía y en ese mismo momento te das cuenta de que un bote de 3€ de pimienta, aún encima de valer eso, no tiene dosificador. Perfecto...

No quería tirar la comida, se que la podría haber lavado o algo por el estilo pero el hambre que tenía no me ha dado ese margen de tiempo y he hecho de tripas corazón. En fin, que conste que me lo he comido, eso sí bebiendo más agua que un camello por que no paraba de llorarla XD.

Sólo espero que las consecuencias no lleguen a mañana.

Ya lo decía Confucio (el que inventó la confusión, porque para el que no lo sepa, era un chino japonés. ¿A que confunde?):


"Confucio dice, la pimienta no es avecrem"



lunes, 16 de noviembre de 2009

LA OPERA II Y EL PRIMER INTENTO DE COMPRAR BICICLETA

Todo empezó la alegre mañana de un martes, sería la 1 del medio día después de la clase de "Genetics of Diversity". Una vez que ya había llegado a la residencia procedí al ritual comunmente conocido como "cambiarse de ropa" y una vez acomodado a la etiqueta que mi habitacion requiere para un aforo de una persona recibí la visita de Krzysiek (K. a partir de ahora). ¡Vaya por Dios!, que oportuno, en fin, no tenía nada que hacer "obligatorio" ese dia así que una visita alegra a cualquiera.

Me propuso ir a comer al MENSA (el comedor de la universidad vamos) y como por aquel entonces no había ido ni una vez accedí empujado por la curiosidad. Al fin y al cabo, llevaba comiendo ensaladas 10 dias y variar un poco no mata a nadie. Como la cosa era ir, como quien dice, "aqui al lado" comer y volver cogí lo primero que vi por el armario y fuimos para allí.

Al llegar al MENSA me di cuenta de que la comida tradicional austriaca servida de mala manera en un plato que debía de llevar como hora y media esperando conquistar el estómago de algún insensato y, por supuesto, no era lo mas apetitoso. Básicamente habia 3 opciones:
  1. Algo oficialmente muerto, en su salsa y acompañado con una bola de miga de pan estrujada hasta hacerla compacta y densa como el plomo, todo ello rodeado por lentejas con color y olor a mostaza.
  2. Cuatro hojas de lechuga rodeando 3 palitos de pescado ultracongelado de aspecto "Tan seco que ni con el Danubio lo pasas" (mas adelante descubrí que era en realidad no era pescado, si no queso rebozado)
  3. Pasta, lo único normal o reconocible. Lo malo era que no me apetecia pagar 3€ por un plato mini de pasta blanca, sin nada, ni un triste cacho de cerdo para acompañar.

En fin, al final opté por la 4ª opción. Se trataba de un carrito lleno de varias ensaladas, coges un plato y te sirves a tu gusto por 1,5€. Después de volver a comer ensalada un día más volvimos para la residencia. Justo en ese momento recordé que había quedado con J. para ir a comprar una bici pero como no había concretado nada, ya lo dejaba para otro día.

Al llegar a la residencia, J. estaba en la puerta por casualidad y me recordó lo acordado. Así que como K. tambien quería una bici y no tenía nada que hacer fuimos los 3 para allí. El lugar no estaba cerca, de hecho no estaba ni si quiera en Viena. No obstante, la certeza de que había un misterioso hombrecillo amante de las dos ruedas, el cual nos proporcionaría la mejor y más fantástica bicicleta del mundo explorado, era demasiado grande como para no aventurarse a recorrer el trecho que hiciera falta y enfrentarse por el camino a todos los obstáculos que nos pudieran asaltar. Dicho esto, procedo a incluir un mapa del recorrido:

Recorrido hasta la villa oculta

Sólo teníamos que caminar 10 minutos hasta la linea U6 en Nussdorferstrasse, dejar el metro en Philadelphiabrücke, hogar de las oscuras criaturas y confluencia de los caminos reales del norte y oeste, coger un cercanías atravesando el valle de LLanowar hasta la última parada, Perchfoldsdorf. Desde ahí caminar un par de kilómetros por el bosque sombrío hasta la casa del misterioso Lord of the Bikes.

Una hora más tarde llegamos al misterioso poblado del Lord of the bikes parecía como Nueva Nueva Inglaterra, todo verde, cuidado, lleno de rotondas, zona residencial con acabados de lujo, parquet y cocina completa. Había más rotondas que coches, en serio. Resumiendo, pueblo residencial de las afueras de Viena, muy bonito y muy cuidado con chalecillos caros everywhere.

LLegamos por fin y sin perdernos gracias al Gran Posicionador Supersónico (GPS) y ahí empezó la odisea de la interpretación. Resultó ser el senor de las bicis, un afable anciano con cara de majete y buena persona como el que más, unas barbas blancas de ermitaño y una barriguilla de amante de las tartas de frambuesa (esto se podia deducir por el trozo de tarta de frambuesa que portaba y la camiseta de "Ich Liebe Himbeer-Torte " o en español "Yo amo las tartas de frambuesa"). Este señor accedió a darnos bicicletas si superabamos 2 pruebas de valentía y sabiduría que sólo gente de corazón puro y sangre real podría afrontar:
  1. -Adivinar cual es el jabón que emplean los dioses del Olimpo
  2. -Superar la barrera de su sordera crónica
  3. -Aprender a hablar alemán en 5 minutos pues es lo único que sabía.

Lo del jabón chupao, la pila de ropa más suave. Lo de la sordera era fácil de superar, sólo había que ponerse en modo Ender y subir 5 decibelios nuestro volumen. En cuanto a lo del idioma... eso era otra cosa, justamente aquel día me había olvidado el disquete de aleman de 3´5 en los otros pantalones, justamente en el fondo del armario de mi chalet en Sión, así que cuando nuestro destino parecía oscuro cual sobaco de un grillo y nuestras esperanzas se habían ido de nuestro lado. De repente, por obra del destino (again) o del azar, apareció por la calle menos transitada del mundo una chica que accedió a hacer de intérprete, superando así la tercera prueba.

Tras un rato negociando en un tira y afloja, descubrimos que en ese momento no tenía bicis para vender, tenía como un googlopex de bicis en su casa (igual serian sólo 50 y para una persona parecían muchas más) pero ninguna estaba en venta por algún extraño motivo que ninguno alcanzabamos a entender.

¡Dita sea!, después de tanto esfuerzo nos íbamos a ir con las manos vacías. De repente, tras ver nuestras caras de decepción, el hombre dijo que si queriamos alquilar bicis podíamos llevarnoslas una semana y probar suerte la semana siguiente para comprar. Dicho y hecho, sólo una pregunta nos pasó por la cabeza:
"¿Cuánto cuesta alquilar un bici?"
La respuesta fue algo inaudito, en mi vida había oído algo parecido:

"Nada"

Por ese precio como para decir que no, unas bicis Scott de 400€ pa'rriba con todos los accesorios incluidos: pata, linterna de inducción delante y atras, manillar extra, freno de disco, soporte para botellín, soporte trasero para llevar cosas, ..., hasta tenía suspensión en el sillín para "culos exigentes". Tras dar nuestros datos nos despedimos y nos fuimos todavía incrédulos porque alguien nos había dado una bici a cambio del número del DNI. ¿De que vivirá ese hombre? Por cierto, un pequeño inciso, tenía para alquilar como 30 bicis la mayoría de ciudad, alguna de montaña y otras de carretera. También tenía carros para niños y perros y hasta un tandem. Vamos, un surtido que ni Cuétara.

Al salir de ahí, y con la alegría en el cuerpo recibí una llamada, basicamente me recordaban que era día de opera por 3€ y que merecía la pena ir y tal y cual. La obra en concreto era Nabucco pero eso era lo de menos, lo importante era ir a la ópera y con la alegría del momento nos apuntamos los 3, eso si, la condición era ir en bicicleta hasta allí.

Recorrido hasta la ópera y luego a casa

Al principio todo parecía muy bonito, solo eran 15km, y aparte teníamos GPS. Enfilamos la carretera (con carril bici) y fuimos para allí. Una hora y pico mas tarde aparecimos en el centro de Viena, en Karlsplatz con la intención de comprar el billete anticipado. En ese momento nos dimos cuenta de dos cosas:
  1. -Ninguno iba bien vestido
  2. -Con el deporte se suda
Ópera de viena

Superada la vergüenza propia inicial, y tras comprobar que no dabamos vergüenza ajena por las pintas, compramos el billete por 3€ y visitamos el edificio, el cual, es una obra de arte mires donde mires. Todo está decorado o bien con cuadros o bien con frescos o bien esculturas. Si no hay pintura hay pan de oro. Todo bonito y reluciente. Tiene además varias terrazas a las que se puede acceder, y también existe la opcion de ir a la cafetería/restaurante, esta es muy curiosa ya que consta de 3 o 4 stands (no barras), parecidos a las vitrinas de una joyeria (recordemos, todo lujo) salvo con la diferencia de que si te acercas te encuentras con un mini plato con dos manjares, dos señoras croquetas por 12€, y al lado el tipico caviar (a 100€) y el champan "Cristal". Pues bien, después de pedir unas raciones de caviar porque no había cenado y después de la botella de champán para apagar la sed consecuente, pagué con el suelto que tenía y entramos a buscar nuestro sitio.

Escalera principal

Techo de la escalera principal

Escultura al azar de por ahí perdida

La plaza más cara de la ópera cuesta 260€ y está situada justo delante del escenario y en el centro. Por 3€, como es de esperar te asignan una plaza en el gallinero, esto viene siendo ariiba del todo, en un costado y por supuesto de pie (las dos horas y media). Desde ahí se escucha muy bien pero verse no es que se vea nada. Tuvimos suerte y nos pudimos cambiar de lugar a uno bastante mejor porque no se había llenado, concretamente estuvimos arriba del todo pero en el centro (veáse foto). Desde ahí se veía todo pero francamente, en este caso, las actuaciones dejaron bastante que desear.

Sitio que nos correspondía inicialmente (arriba a la derecha en la imagen)

Interior de la cámara principal y mi posición en el gallinero.

Mis vistas desde el gallinero (faltaría alguna cabeza por el medio)

Antes de meterme con la opera, que quede claro que pienso volver por varios motivos.
  1. -Hice la promesa de volver vestido de punta en blanco con traje y corbata.
  2. -Quiero darle una segunda oportunidad, eso si, a una opera mejor y escuchándola antes de ir o al menos leerme la historia.

Ahora ya puedo meterme con Nabucco. Se trata de un tostoncillo de dos horas y media en el que la música (que es lo unico que a mi parecer merece la pena y mucho) no se oye porque siempre hay alguien gritan.. perdón, cantando. A los cantantes no se les entiende nada (por eso ponen los subtítulos en cada silla con una pantallita digital) canten en el idioma que canten y se mueven menos que un gato de escayola. Básicamente la interpretación (salvo en unos pocos momentos puntuales) se resume en:
  1. -Se dan todos una vuelta al trote por el escenario mientras no cantan.
  2. -Se paran en un punto fijo y se quedan todos quietos (y con todos me refiero a todos. Había 40 personas en el escenario y sólo cantaba una y aun así TODOS quietos)
  3. -El cantante canta mirando a las arañas del techo y abriendo y cerrando los brazos como cuando alguien te pregunta gesticulando"¿me entiendes?" y de vez en cuando variando sus gestos como si estuviera enfadado o como si fuera un pescador mintiendo sobre el tamaño del barbo que ha pescado cuando nadie le veía.
  4. -Se caya el cantante y vuelve a empezar el proceso en que todos salen corriendo al trote a buscar su nueva posición.

Como ya he dicho tambien hay algún momento más bonito en el que se mueven en coreografia pero fueron muy contados.

Ahora que recuerdo, una anécdota algo escatologica y por lo tanto graciosa fue cuando a la media hora de empezar la ópera, un señor que estaba de pie a mi derecha y a unos 3 metros de mi, aprovechó hasta en 3 ocasiones el redoble de los timbales de la orquesta, para desempolvar su propio y personal instrumento de viento. Por más que él quisiera creer que si, no consiguió entrar del todo a tiempo en ninguna de las ocasiones resultando en 3 estruendosos acoplamientos sonoros que la gente no dudo en acusar con la mirada y apartándose de él. Eso sí él ni se enteró de que iba la película. Creo que ha quedado claro sin tener que ser más específico....

En mitad de la ópera se hace un descanso para que la gente que está de pie se siente y que los que están sentados se levanten. En ese momento mucha gente aprovechó para irse así que supongo que no era yo sólo el que no disfrutó del todo de la ópera. Tras 5 minutos de reposo exploramos un poco más el edificio sin dejar de admirarlo.

Más techos bonitos


Luego prosiguió la ópera llegando al único punto que reconocí y el cual os reproduzco. Antes de que lo veáis os aviso para que os fijéis en que no se mueven NADA, que parece un cuadro viviente y de paso aviso para que quede claro que la que vi yo no parecía tener tanto nivel, que la del video se ve más superproducción:



Por fin tras dos horas y media terminó y vinieron los 15 minutos de aplausos, este momento fue gracioso porque los cantantes salieron uno por uno a recibir su dosis y se notó un gran favoritismo por la guapa (supongo que era guapa porque a 50m es dificil no serlo cuando no llevo gafas) y la que chillaba más fuerte que nadie (era exagerado).

Al finalizar, salimos del edificio, vimos la pasarela de limusinas y ricachones y luego, como no, para casa a escuchar un poquito de heavy.

Pronto más, que esta semana ando muy liado con unos examenes (si, al menos hay un erasmus que estudia o que lo admite en público).

lunes, 9 de noviembre de 2009

VIAJE A BRATISLAVA

Hoy paso a relatar el viaje que hicimos a Bratislava, creo recordar que fue un soleado domingo de octubre. El viaje surgió de la idea de Krzyiek de aprovechar que tenía el coche a su disposición, ya que más tarde pensaba dejarlo en su casa de Polonia para uso y disfrute de sus padres. Así pues, el domingo por la mañana apareció con su VW Golf tirando a nuevecito en la puerta de mi residencia y de ahí partimos a buscar a los demás a su residencia puesto que venía de paso para ir hacia tan bello lugar como es Bratislava.

Bratislava se encuentra a 80km de Viena, se accede por autopista en un "tris", lo curioso de las autopistas de Austria y de los países colindantes es que tú mismo te encargas de comprar el billete en una gasolinera antes de meterte en ellas. No hay peajes, sólo el ticket, o mejor dicho, la pegatina que se coloca en el centro del parabrisas. Si por casualidad no la llevas y te ve la policía, la multa puede llegar a ser bastante alta. En este caso, creo que el ticket era de 4€ por un día de autopista en Austria y luego 7€ una vez traspasada la frontera de Eslovaquia. Este segundo lo compramos en un estanco que había en medio de la nada en la frontera.

A unos 10km de la frontera se encuentra ya la ciudad de Bratislava y, como nos habían aconsejado que fuéramos a visitar el castillo, nos intentamos dirigir hacia allí. Una vez que lo vimos desde la carretera, al principio pareció muy fácil llegar. Gran error por nuestra parte ya que una vez dentro de la ciudad el tráfico te obligaba a ir por ciertas calles y los edificios habían ocultado ya el castillo. Al final, como era de esperar nos perdimos con el coche. Sólo sabíamos que estábamos en el lado incorrecto del Danubio y, por ello, en cuanto vimos un puente nos dirijimos hacia él. Aquí empieza la gran historia de Bratislava:


"La odisea de cruzar el maldito puente y la razón por la que no me verán el pelo por Bratislava again"

Una vez enfilado aquel viejo, roñoso y oxidado puente de entramado metálico triangulado y de dos carriles de doble sentido y sin arcén. Nos dispusimos a cruzar, no sin antes percatarnos de como había a la entrada, en una calle que torcía a la izquierda un coche de "policía" parando a un vehículo mientras que un segundo coche de "policía" se dedicaba a mirar la escena. Cuando pasamos cerca de ellos, el coche sin "nada que hacer" se quedó mirando como pasábamos sin decir ni pío, sólo miraba. Proseguimos así la marcha a 30km/h como estaba estipulado en la única señal que había a la entrada del puente. Aquí viene lo bueno.

Yo, con la mosca detrás de la oreja por como nos había mirado el "policía" estaba atento al retrovisor, algo me decía que alguna especie de sorpresa iba a aparecer, tenía ese sentimiento y, ya que íbamos en linea recta, era imposible que ese sentimiento se refiriera a "la niña de la curva" y como era de día también era imposible que se tratara del "coche fantasma de las luces largas que te persigue para deslumbrarte y matarte" así que, al cabo de unos instantes ahí apareció en la lejanía el reflejo de dos luces azules giratorias. Nada más verlas me di cuenta de que el bombo estaba girando y que teníamos todas las papeletas. Se lo comenté a Krzysiek y este no se lo creía, se limitó a decirme "imposible, si no hemos hecho nada y voy a 30". A los 5 segundos el coche patrulla estaba pegado a nuestro maletero echando las largas y pitiditos varios. Nos había tocado la rifa y no estaba permitodo renunciar al premio.

Nos detuvimos justo a la salida del puente y un "agente" se acercó, miró por las ventanas, y se produjo el siguiente diálogo en eslovaco y contestado en polaco por el conductor. Al parecer los dos idiomas se parecen como el español y el italiano (traduzco para mis lectores):

Policia-"¿De donde vienes?"
Krzysiek- "De Viena"
P-"Pero la matrícula es de Polonia, ¿no?"
K-"Si, pero estudiamos en Viena"
P-"Entonces eres polaco, dame los papeles y los demás la identificación"
K-"Aquí tiene"
P-"Bájate del coche"

Se alejaron los "agentes" y se pusieron a hablar entre ellos, cuando llegaron a un acuerdo volvieron y se produjo el siguiente diálogo:

P-"¿Sabes que está prohibido cruzar este puente?" (era imposible que lo supiéramos porque no había ninguna señal, de hecho la buscamos luego y no la había)
K-"No, no lo sabía, no hemos visto ninguna señal"
P-"Este puente es sólo para autobuses públicos y la multa por cruzarlo es de 600€"
K-"¿QUEEEEE?"
P-"Six hundred euros. Y si no pagas no te devolvemos los papeles del coche ni el pasaporte" (resulta que el "policía" no hablaba inglés pero los números si que los decía bien.)
K-"Lo siento pero no tengo tanto dinero"

Aquí el "policía" instó al conductor a separarse un poco del coche y prosiguió con la conversación.

P-"Vale, 300€" (jajaja, resulta que en Eslovaquia si no tienes dinero te rebajan la multa, qué modernos y socialistas)
K-"Lo siento pero no tengo tampoco 300€"
P-"De acuerdo 150€ es la última oferta" (jajaja rebajas del otoño del Corte Eslovaco)
K-"En serio, no tengo tanto dinero, soy estudiante"
P-"Pues pídele a tus amigos del coche"
K-"No puedo hacer eso, son mis invitados y no puedo pedirles que paguen la multa por mí. Mire, sólo tengo 30€ (lo dijo mientras les enseñaba la cartera roída que tiene y que guarda por cariño y mientras se sacaba los bolsillos del pantalón hacia afuera, uno de ellos con un agujero. No os vayáis a pensar que viste como un andrajoso, suele ir de punta en blanco y ese día también lo hacía pero eso no quita que el pantalón tuviera el agujero en el bolsillo y que la cartera tuviera ese aspecto, bendita suerte la nuestra)
P-"Está bien, 30€"

El policía cogió los 30€, le dió tres papeletas selladas y se marcharon. Nosotros hicimos lo propio y fuimos a un parking ya que lo último que queríamos era que se nos llevara el coche alguna grúa municipal. Hablamos con el guarda del parque sobre lo acontecido y nos confirmó lo que ya sospechábamos (y que supongo que sospecharéis vosotros a estas alturas). Básicamente, nos dijo que había que tener más cuidado con la policía que con los ladrones, que ese papelito (el recibo) no servía de nada ni tenía ninguna validez y que aquí, si te ven extranjero eres presa fácil (matrícula de Polonia). Si lo piensas, no se podía hacer nada en esa situación ya que la policía tiene el sartén por el mango en esos casos. Es tu palabra contra la suya, así que no nos quedó más remedio que alegrarnos porque sólo fueran 30€ al final.

Puente-trampa marca ACME

Resguardos que nos dio la "policía"

Fin del episodio catastrófico.

Tras dejar el coche a buen recaudo, comenzamos a explorar el centro de la ciudad, en el cual, la mitad de los bares tienen nombre español como "Tapas, Manolo, Torero, etc". Fuimos andando y pronto nos dimos cuenta de que hay diseminadas muchas esculturas que se confunden con la gente e incluso con artistas callejeros que las imitan.


Tras visitar las callejuelas subimos al castillo para lo cual más vale que vayas desayunado. Cuatro millones de escaleras después (redondeando para arriba quizá) llegamos a las murallas de piedras pequeñas. Unos cuantos metros más arriba se llega a lo que viene siendo el castillo-palacio, el cual estaba en obras de restauración. Esto me recuerda algo curioso y no desagradable de Bratislava, resulta que había gente trabajando en domingo en la restauración, eso si, a un ritmo que cualquiera diría que llevaran un mes sin descanso. también los supermercados estaban abiertos en domingo, lo cual puede ser muy útil y agradable cuando vas de Viena donde cierra todo a las 7 y los sábados antes.

Castillo iluminado pintado y sin andamios (foto sacada de Google porque yo lo vi en obras)

Plano del castillo

Castillo de día antes de ser pintado (de nuevo Google y menos mal que lo han pintado)

Castillo (foto sacada por mi en el único ángulo que "casi" no se ven andamios)

Patio interior del castillo

El castillo-palacio, era bastante bonito, aunque más simple que el papel higiénico barato, parecía un fuerte vaquero del lejano oeste y casi daba rabia saber que era lo más destacable de toda la ciudad. Así pues, después de darle dos vueltas a los jardines y de mirar las vistas desde lo alto, decidimos volver a pasear por el centro de la ciudad , visitando las callejuelas, la opera, las embajadas, el puento y los jardines, hasta que el hambre apretó, momento en el que fuimos a por el coche y ahí a disfrutar de la verdadera Bratislava.

Vista desde el castillo hacia el puente-mirador

Callejuela peatonal del centro

Opera de Bratislava

Iglesia muy muy fea a las puertas del castillo de Bratislava

Calles del centro

Antes de hablar de la verdadera Bratislava me gustaría mencionar la famosa "Iglesia Azul" de Bratislava, se trata de una iglesia más hortera que un ataúd con pegatinas pero que por eso mismo es famosa, os ilustraré pero aviso, es una foto real, no ha sido retocada y por supuesto no se trata de un pastel aunque admito que su visión puede llegar a causar caries psicológicas.

Iglesia azul de Bratislava


LA VERDADERA BRATISLAVA

La verdadera Bratislava es la que hay cuando te alejas un poco del centro de la ciudad, donde la "policía" no busca a los turistas y donde parece que el tiempo se congeló en la España de los años 60. Reinaban los tranvías último modelo, es decir, los que les debe vender Austria cuando se los quita por viejos, y también los trolebúses que se debió quitar Zaragoza por el año 1976. La ciudad es pues bella por rara y fea por los millones de tendidos eléctricos.

Tras recorrer unos 4 o 5 km con el coche, y captar la esencia de el contraste entre ricos y pobres de la ciudad (veáse foto adjunta), vimos un restaurante que tenía buena pinta, asi que paramos a comer. Aquí se nos alegró la cara a todos. ¡Vaya comida! Por 4 duros nos pusimos hasta las orejas a niveles de luchar por respirar, este es el aspecto que compensó la "no multa", todo estuvo delicioso, barato y muy abundante.

Contraste entre ricos y pobres (me refiero a los coches por si no queda claro)

Menú que degustamos: Mega-ensalada, pizza (50cm) y pez de río vegetariano.
(Falta algun plato, el postre y el café)

Último consejo antes de terminar, por ahora de toda la gente que he conocido que ha estado en Bratislava ha pagado una multa, la mayoría en el autobús urbano y nosotros por ir con coche extranjero. La ciudad no merece la pena como para gastarse mucho dinero, y menos como para andar alimentando corruptos. Se ve en pocas horas y no es para tanto. Si váis algún día, que sea en transporte público y pagando todos los billetes. Si véis a un policía no le preguntéis la hora y tirad la basura a la papelera o, si no ya sabéis, "SIX HUNDRED EUROS" ja jaja

¡Hasta pronto!