jueves, 11 de febrero de 2010

BUDAPEST


Aunque ya llevo unos días en España de vacaciones navideñas, me he decidido a comenzar a relatar mi viajecillo a Budapest. La principal razón es que me estoy olvidando de las cosas acaecidas. Debería comprar un cubo de Ërno Rubik para ejercitarme, por cierto, ¿sabéis que es un invento húngaro de 1980?

Para empezar un poco de historia. Budapest es la capital de Hungría, se fundó en el año 89 bajo otro nombre y no fue hasta muchos muchos años después cuando se formó como tal tras la unión de dos ciudades. Una se llamaba Buda, ¿adivináis como se llamaba la otra? Exacto, Pest. Buda es la parte de la ciudad que está en las colinas de un lado del Danubio, mientras que Pest es la parte de la zona llana al otro lado del Danubio. La ciudad está unida por un total de 9 puentes, 7 para tráfico y peatones y 2 para uso exclusivo de trenes y tranvías. Budapest cuenta con una población de 1.700.000 habitantes repartidos en 23 distritos (6 en Buda, 16 en Pest y 1 más en una isla entre ambas). La parte de Buda es, digamos que, más rica en cuanto a monumentos mientras que la de Pest es más rica en cuanto a población.

Como todos los viajes, todo empezó con un comentario de alguien. En este caso fue S. el instigador y yo el que automáticamente dije que si. Tras la idea, llegó la hora de organizar las fechas, el alojamiento y el transporte. Al final lo dejamos para una semana que ninguno de nosotros teníamos apenas clases. De hecho, me encanta como tengo las asignaturas organizadas porque unas semanas toca currar mucho en beneficio de otras que con apenas dos días con clases te permite hacer este tipo de viajes.

Decidimos ir pues de jueves a domingo, en este viaje iríamos tres españoles M. S. y yo. Más tarde se unirían a nosotros dos polacos (K. y M.) y la belga Ma. novia de K. Concretamente ellos llegarían el viernes por la tarde-noche.

Es de vital importancia para todos los que lean este blog con intenciones de "seguir" mis pasos, el facilitar datos de chollos. En este caso el chollo llegó de la mano de una persona húngara que le comentó a S. la mejor forma de viajar a Budapest. Se trata de la compañía Orangeways.

Orangeways es una compañía puntera de Rumanía. Organiza viajes a larga distancia dentro de europa a precios RIDÍCULOS. Me explico, en este caso, ir de Viena a Budapest (300km y 2 países) costó 20€ ida y vuelta con "extras". Los extras son auriculares para la película, chocolate caliente y café "by the face" que una azafata se encarga de traerte. También tienen servicio de ventas por si te apetece alguna cosa diferente. Los autobuses son nuevos, limpios y espaciosos. De hecho el mejor autobús que mis rodillas han catado.

Las otras alternativas en cuanto a trasporte son Eurolines y el tren. El tren costaba algo así como 70€ ida y vuelta y el bus de eurolines salía por 40€. Ya dije en su día (viaje a Praga) que los autobuses de Eurolines estaban muy bien, de hecho son casi iguales salvo que estos últimos no regalan los auriculares y que lo que dan de beber es la purga que a gusto se despachan en Austria. Me refiero al agua con gas en lugar del chocolate. En serio, imaginad, 60 personas en un autobús dando sorbos de agua con gas, es como viajar con un cargamento de ranas, todo el mundo ahí croando.

Partimos de Viena a las cuatro de la tarde y tres horas más tarde llegamos a nuestro destino en Budapest, concretamente en la estación de autobuses de la ciudad, la cual no está en el centro precisamente pero si que tiene una boca de metro en la puerta. Donde nos llevamos la primera sorpresa. El metro.

El metro de Budapest es graciosete. Como dato histórico me gustaría mencionar que tiene sólo 3 lineas pero que una de ellas es la más antigua de Europa (1896). Os aviso que a la entrada hay siempre entre dos y cuatro personas para comprobar que picáis el billete. Esta advertencia sobra en parte porque se dejan ver y sería para encorreros a gorrazos si os intentáis colar con ese panorama. La sorpresa viene en el andén cuando llega la cafetera esa que llaman tren. Que risas nos echamos cuando apareció, si es que tenía hasta óxido por las paredes. Curiosidad a destacar de los andenes es que no indican cuanto tiempo va a tardar en llegar el próximo tren, sino que indica cuanto tiempo hace que se marchó el anterior y ya, cada cual que saque conclusiones. El metro es obligatorio porque la estación de Orangeways está donde Cristo perdió la estilográfica.

Metro actual, de verlo ya mete miedo.
Me recuerda al de Nueva york en las películas de las Tortugas Ninja ó los Cazafantasmas.

Este cacharrín circulaba por aquello de 1896. Como veis no ha cambiado mucho.


Consejo útil para Budapest: lo más sencillo es cambiar el dinero en los cajeros ó en los bancos. Apenas vi casas de cambio. El dinero de moda en Hungría son los florines y el cambio está a 1€ = 265 florines (más ó menos). Los florines os los van a pedir en todos los sitios, me refiero a que no se puede pagar fácilmente con tarjeta en muchos sitios. Por otro lado, es fácil que en el hostal ó en sitios parecidos accedan a cobraros en euros.

Hablando de hostales, nosotros elegimos el hostal Aboriginal. Era un curioso hostal situado a 10 minutos del centro de negocios de Budapest (la plaza ortogonal) y no mucho más lejos de los monumentos. Tenía la línea de tranvía a un paso y todo lo necesario a como mucho dos pasos. El hostal sigue la estética de la cultura aborigen australiana. Está bien decorado, limpio, bien provisto y tiene, todo hay que decirlo, un ambiente muy acogedor. La gente que trabaja allí no duda en ponerse a charlar con los inquilinos y los inquilinos no dudan en juntarse en la sala común a pasar el rato. De vital importancia para este blog es recalcar al "pesao" de la guitarra que madrugaba como los gallos a deleitarnos con su instrumento del diablo. Pero bueno, son cosas de la convivencia que no se pueden evitar (aunque si vengar).

Sala común del hostal Alboriginal


Como llegamos el jueves a las taitantas de la tarde-noche, entre que descansamos del viaje, dejamos el equipaje, etc. Lo único que pudimos hacer fue buscar algo para cenar (un bocadillo) y después de preguntar qué se podía hacer un jueves por la noche en Budapest, marchamos a un local que nos aconsejaron en el hostal. Lo gracioso fue que estaban celebrando una fiesta húngara, con lo que nos sumergimos de lleno en la música tradicional y por tradicional me refiero a la Macarena versión húngara y también algo de música cíngara. Fue divertido y a la vez me enseñó una lección. En Budapest, si eres extranjero, tienes que pagar las cosas al contado y con el dinerito justo porque hay algún camarero que se queda los cambios de propina y ya le puedes gritar lo que corresponde que son inmunes al pitido de oídos. Por lo demás, cuando te relajas y te das cuenta de que los florines no valen un pimiento y que el daño no ha sido tan grande al bolsillo como a tu orgullo, puedes seguir disfrutando de la fiesta y pagando al contado con una sonrisa en la cara en plan "lo que sobre para ti majete".

Voy a pasar a relatar, las cosas que hay que vimos en Budapest, que no son todas las que hay que ver, razón por la cual volveré algún día a terminar lo empezado. En primer lugar, lo que más me gustó fue la vista del Danubio con el puente de las cadenas señalando el camino hasta el impresionante castillo de la zona de Buda de fondo, todo ello de noche e iluminado adecuadamente. Si es que soy un romántico. Acabo de decidir que os contaré más tarde como es todo eso, he decidido relataros mi primer tour por Budapest en el mismo orden que yo lo viví.


PRIMER TOUR POR BUDAPEST

Todo empezó la maravillosa tarde de viernes. Salimos del hostal con ganas de andar y así fue porque en total hicimos cosa de unos 15km. La visita se basó en un agradable paseo sin obligaciones, si nos cansábamos nos deteníamos. No sabíamos prácticamente nada de la ciudad y salimos con ganas de ir descubriendolo poco a poco, la única pista que teníamos era que M. había estado anteriormente en varias ocasiones y, por lo tanto, se iba a encargar de que no nos perdiéramos lo mejor.

Lo primero que visitamos de camino al Danubio digno de mencionar fue la avenida de las tiendas de moda. Es digno de comentar porque es como si vas a Zaragoza y no pasas por Independencia. Más adelante por esa avenida llegamos a la Ópera de Budapest. Un edificio bastante interesante y de los más bonitos de esta zona del río (Pest). Tras caminar un poco más y ver las maravillas de avenidas enormes y plazas varias, llegamos tras un pequeño desvío de nuestra ruta al trasero de San Esteban (Istvan), quiero decir, a la parte trasera de la Basílica de San Esteban. Curiosamente este señor tiene una historia con su trasero, bueno realmente no era este señor pero si su corona que más adelante contaré. La Basílica de San Esteban es de talla magnífica llegando a medir 96m de altura y en ella se encuentra una de las más valiosas reliquias del país, el brazo derecho momificado del rey (y santo) Esteban I de Hungría, primer rey cristiano del país por allí en el año 1.000. Recomiendo que no os la perdáis. Eso sí, no entréis a una cafetería que hay justo enfrente de su trasera porque si alzas la voz un mínimo te amonestan con la mirada porque tienen oídos sensibles, qué se le va a hacer. Ese fue el lugar más silencioso de los que visitamos, pero puedo aseguraros que caminando por la calle a eso de las 5 de la tarde nos pidieron silencio y ni si quiera estábamos gritando. Más tarde, a eso de las 3 de la mañana lo mismo y al igual que por la tarde no estábamos alzando la voz por encima del nivel estándar español. En fin, sensiblones.

Ópera de Budapest.

Ópera de Budapest (esta vez se lavó para la foto y puso su mejor perfil).


Frontal de la Basílica de San Esteban

Basílica de San Esteban de noche. (No encuentro fotos de su trasero)

Mira tu por dónde la acabo de encontrar


La corona de San Esteban, también conocida como corona real de trono húngaro, sufrió un percance cuando, al tratar de huir la familia real en una de esas rebeliones que suelen pasar, la intentaron esconder y claro, el único sitio que debió haber disponible era sentándose sobre ella, por supuesto, la responsabilidad era del heredero a la corona y él tuvo que apechugar y esconderla "debajo" de sí mismo. Desde entonces, la corona no ha vuelto a ser la misma ya que tiene la crucecita superior torcida como se puede apreciar en la foto. Malas lenguas aseguran que el heredero tampoco volvió a ser el mismo.

Corona con la cruz torcida por el incidente


Proseguimos con la marcha y tras pasar una escultura de relieve invertido con efecto 3d cuyo nombre y razón social desconozco, llegamos al mercado navideño, no sin antes pasear largo y tendido. Si señores, apenas era diciembre y ya tenía allí montado el chiringuito navideño con cabañas vendiendo dulces, potajes, churros, cosas fritas, carnes asadas, artesanías, ponches, etc.

Estatua de relieve invertido con tirabuzones

Mercadillo navideño


Nos entretuvimos un poco entre la multitud viendo las cosas típicas y las decoraciones varias y proseguimos nuestro camino entre las calles lujosas de la zona donde se sitúan algunos de los mejores hoteles de Pest hasta que llegamos a la "Posiblemente mejor vista de Budapest". En esta zona se puede uno montar en el tranvía número 2, el cual se encarga de darte un paseo a lo largo de la mayoría de los mejores monumentos de Budapest. Volviendo a la historia, la "Posiblemente mejor vista de Budapest" se trata, según mi parecer, de situarse en la avenida próxima al Puente de las cadenas y disfrutar de la vista de Buda al fondo como ya dije anteriormente.

"Posiblemente mejor vista de Budapest"


El puente de las cadenas es el puente más antiguo y famoso de Budapest. Se encargó su construcción en 1847 cuando se tuvo que retrasar una semana el entierro del padre de un rico conde de la aristocracia húngara debido al mal tiempo que imposibilitaba cruzar el río. Desconozco porque se llama el puente de las cadenas. De hecho, me fijé y no vi ni una, lo único que vi fueron los leones que hay a su comienzo en cada lado.


Puente de las cadenas con el Parlamento al fondo


Una vez al otro lado del puente, llegas a una plaza (si os fijáis, hoy estoy evitando poner nombres de calles porque el húngaro tiene tela para escribirlo) en la que encontraréis un tunel que cruza Buda por debajo, una escultura al kilómetro cero húngaro y por fin, un telecabina para subir directamente al Castillo Real de Buda. Creo recordar que el viaje era de unos 4€ pero como somos jóvenes y tenemos piernas, decidimos usarlas, por las cuestecitas de la colina. No fue para tanto y tras 10 minutos ó 15 como mucho debido a alguna parada técnica, llegamos arriba del todo directos a uno de los patios del Castillo Real de Buda, el cual se emplea ahora como sede de varios museos. Desde este punto se puede disfrutar de la vista de la parte de Pest al completo. Muy recomendable.

Castillo Real de Buda


Anduvimos un buen rato disfrutando de las calles empedradas y perplejos ante lo bien conservado que estaba todo (más tarde descubrí que en la 2ª Guerra Mundial lo dejaron todo patas arriba y que por lo tanto está recién reconstruído), nos fijamos en las diferencias de una parte de la ciudad y otra, que le daban más encanto a esta y finalmente llegamos, sin para de subir cuestas, hasta la Iglesia de Matías y el Bastión de los pescadores.

Conjunto de Iglesia de Matías y el Bastión de los pescadores


En la Iglesia de Matías se casó en 1494 el Rey Matías Corvino con Beatriz de Aragón (quien introdujo los mazapanes en Hungría y en Austria por ende). Se construyó entre el S.XIII y XV pero poco a poco se ha ido modificando siendo la más importante en el año 1896. Dentro de ella se coronaron 3 reyes húngaros, entre ellos Francisco José y Sisí emperatriz. Aquí podréis encontrar una estatua ecuestre de Esteban I de Hungría y, así mismo, unos retretes públicos aunque quede mal decirlo.

Vista de la torre principal de la iglesia

Un lateral de la iglesia, a la derecha está el Hotel Hilton

El otro lateral de la iglesia

Detalle de los tejados


El Bastión de los pescadores se construyó entre 1895 y 1902. Se construyeron 7 torres para hacer homenaje a las 7 tribus originarias de la zona y se le dio el nombre de Bastión de los pescadores porque fueron estos los que se encargaron de defender esa parte de la muralla durante las invasiones de la edad media. Hay que decir que el conjunto del bastión y de la iglesia es precioso y seguro que a más de uno le chocará ver el Hotel Hilton a unos 10 metros de distancia de ambos. A mi me chocó pero más tarde descubrí que el hotel es patrimonio de la humanidad porque en su patio se encuentra el claustro de un convento medieval y las ruinas de una iglesia.

Vista del bastión en la que se incluye la estatua ecuestre de Esteban I de Hungría

Vista del Bastión desde la puerta de Hotel Hilton


Escalera principales del Bastión


Tras deambular por aquí y por allá decidimos proseguir nuestra caminata descendiendo ya porque el frío empezaba a rascar debido a que llovizneaba. Callejeamos, descubrimos una facultad de algo, alguna escultura de alguien, nos fijamos en los menús de los restaurantes intentando adivinar que podría ser aquello impronunciable y, finalmente regresamos al puente de las cadenas. Tras cruzar a Pest fuimos a visitar la universidad donde cenamos una de las mejores hamburguesas del mundo mientras veíamos al cocinero prepararlas con amor (y tiempo). La universidad no era muy bonita, al menos esa facultad así que no me molesto en poner fotos. Más tarde fuimos a recoger al resto de la gente que venía de Viena. Les contamos lo visitado y volvimos todos juntos al hostal donde nos preparamos algo de cenar, conversamos con la gente y más tarde salimos a hacer turismo nocturno por algunos de los locales que nos aconsejaron. Fin del tour.

En los días venideros, la única novedad que visitamos, digna de mencionarse fue el Parlamento. El Parlamento de Budapest es uno de los edificios más bonitos de la ciudad y posiblemente el mejor de la parte de Pest. Se construyó entre los años 1885 y 1904. Se hizo basándose en el estilo del parlamento británico y se construyó para conmemorar los 1.000 de nación húngara. He de decir que acertaron mucho poniéndolo junto al río porque si estás al otro lado la vista del mismo es magnífica. Dentro del parlamento se puede encontrar entre lujos y reliquias, la corona real húngara (la de la cruz torcida). La tienen en una sala dedicada sólo para ella, dentro de una vitrina cerrada para que no la roben y por aquello del tufillo. Una anécdota curiosa sobre el parlamento es que una familia humilde de Budapest construyó en su casa con cerillas una maqueta sobre el mismo. Lo hicieron tan bien que cuando llegó a los oídos del gobierno, decidieron comprarla y trasladarla al propio parlamento. El problema surgió cuando se dieron cuenta de que no cabía de ninguna manera por la puerta. Pues bien, la solución fue tirar la unas paredes, sacar la maqueta, tirar la casa del todo y premiar a la familia con una nueva.

Parlamento vista general desde el Bastión de los pescadores.

Parlamento de noche


Parlamento desde el Puente de las cadenas

Maqueta de cerillas del parlamento


Otra cosa curiosa que se puede encontrar frente al parlamento es una bandera del país con un agujero en el centro. Este agujero se explica porque Hungría fue invadida por los rusos desde 1945 hasta 1989 y en su bandera implantaron en el centro una hoz y un martillo. Cuando por fin, cesaron en la ocupación, hicieron ese agujero extirpando los símbolos soviéticos y recordando así la ocupación.

Bandera de Hungría en la plaza del Parlamento


Poco queda más que decir sobre Budapest, tan sólo que como me quedan todavía florines y tengo que gastarlos iré de nuevo para asistir a los muchos monumentos que olvidé visitar como las termas, la sinagoga, la plaza de los héroes, etc, y por supuesto, porque quiero probar un "gulash" auténtico de la zona.

Plaza de los héroes

Una de las termas más famosa de Budapest de hecho aquí se grabo un anuncio de televisión (Cuerpo danone)


Os dejo de bonus el capítulo de planeta finito en el que fueron a Budapest. Es bastante entretenido y saan más cosas de las que yo he hablado todavía.

¡Hasta pronto!

2 comentarios:

  1. queda reclaro que budapest te regustó!
    -M.

    ResponderEliminar
  2. Nunca he ido pero me han dicho que es una ciudad preciosa, por lo que comentas aqui se nota que lo es. Quería consultarles sobre recomendaciones de hoteles baratos en Budapest? sugerencias?
    gracias
    saludos

    ResponderEliminar

Por favor, introduce aquí tu relato, comentario, burla, sátira o tontada. No olvides firmar y por favor, no uses color rojo que es el que uso para corregir. Las notas las colgaré en el tablón y la revisión será un día antes.

Gracias de muñeca