miércoles, 28 de octubre de 2009

CUARTO DÍA: KARLSPLATZ, LA OPERA (I) Y PRATERSTERN

El cuarto día comenzó con la visita de la plaza de Karlsplatz, se trata de una plaza enorme con parque, monumentos y posiblemente la estación de metro más grande de todas. Lo destacable de esta plaza no es su tamaño sino todos los edificios destacables que tiena a sus orillas y, concretamente porque a escasos metros se encuentra la famosa Opera de Viena. En esta ocasión sólo la vimos por fuera y rapidito porque habíamos quedado en ir al parque de atracciones de Praterstern. Dimos varias vueltas por las cercanías y vimos la Universidad Técnica de Viena, la parroquia de San Carlos (que le da el nombre a la plaza), el Museo de Viena, la casa de los artistas, y más cosas pero no quiero aburrir.

Plaza Karlsplatz

Parroquia de San Carlos

Entrada de metro típica de la plaza

Fachada principal del Museo de Viena

Kuntlerhaus (Casa de los Artistas)

Edificio tipico de la zona


Tras recorrer la Opera por fuera (edificio azul de la parte superior del mapa), y tras hacernos las típicas "Tuenti-fotos" en sus fachadas y fuentes varias, seguimos con la ruta en dirección a la "Albertina" cuya historia desconozco pero tiene pinta de ser un lugar muy bonito para pasar el rato bajo la sombra de algún valeroso guerrero que murió en un hospital. Es broma, en realidad es un museo construído a partir de los restos de las murallas de Viena. En él se encuentran grandes cuadros y alguno pequeño también pero bien pintado. en total unas 65.000 obras.

Mapa de referencia para posicionar la opera. edificio azul del centro.

Opera de Viena vista desde el Museo de Albertina


Fachada principal del museo de Albertina

Desde ahí vimos algo que parecía impresionante de lejos. No me extraña, eran los jardines traseros del Palacio Imperial de Hofburg, el parque de Burggarten. ¡Vaya jardines!, ahí se pueden criar pavos reales, caballos pura sangre e incluso "gochos de competición" sin que llegue el olor a cien metros de la fachada.

Fachada trasera de el Palacio Imperial de Hofburg

Edificio colindante a Hofburg y mini lago.

Jardines de Burggarten

Más jardines de Burggarten

Ejemplo de la extensión del parque

Escultura y ejemplo de las florituras que hacen en los jardines

Atravesamos los jardines a la vera del Palacio Imperial de Hofburg y de ahí volvimos al metro.

Una vez en el parque de atracciones de Praterstern nos dedicamos solamente a ver las atracciones, ya que, las interesantes tienen un precio prohibitivo y tengo entendido que no existe ninguna "pulserita" para viajar todo lo que quieras. El parque tiene muchas atracciones y muchas de ellas espectaculares, unas punteras en tecnología y otras clásicas hasta decir basta. Lo interesante de este parque de atracciones es que debe tener sus orígenes allí por el siglo tercero después del segundo. Tiene como emblema una noria enorme que mueve una especie de vagones en los que pueden entrar fácilmente 20 personas con comodidad. Si os hablo de este parque es porque es muy tipico de Viena y por lo que se ve muchos lo consideran visita obligada. En mi opinion, si has visto lo demas primero, es decir, los palacios y museos, no tiene nada de malo ver el parque, tambien puede estar bien en el caso de querer cambiar de aires y dejar de ver tantos museos en el caso de que te aburras en esos lares pero creo que para ello dispones de muchisimos jardines y parques mas bonitos que el parque de atracciones.

Noria emblema del Parque de Atracciones de Praterstern

¡Hasta pronto!

martes, 27 de octubre de 2009

TERCER DÍA: PRIMERA VISITA Y EL TOUR OBLIGATORIO

A los tres días de estar en Viena recibí mi primera visita. Se trataba de tres amigos de Teruel que iban recorriendo Europa desde hacía unos días en Interrail. Coincidió pues que yo ya estaba aquí y que ellos llegaban por lo que intentaron aprovecharse de mis extensos conocimientos de la ciudad con la mala suerte de que en esos momentos eran nulos y que, aun encima, después del trote de los dos primeros días (vuelo, caminata con las maletas, caminata sin maletas y por último los taitantos kilómetros en bicicleta) yo no sentía las piernas, por lo que no era el más indicado para hacer de guía.

Aprovecharon sin mi para hacer turismo por la mañana y me dejaron tranquilo hasta después de comer. A las 4, les fui a buscar a su hostal en bicicleta, ya que Esther me la dejó durante unos días porque salía ella de viaje. Una vez reunidos y presentados decidimos hacer turismo pero en plan relajado, ya que ellos llevaban buen trote también después de 10 días turismeando Europa. Fuimos pues a probar el brebaje nacional, la cerveza. he de decir, que al igual que en Zaragoza, aquí hay una fábrica dentro mismo de la ciudad, de hecho, el nombre de la cerveza es el mismo del distrito dónde se produce, Ottakringer (del barrio Ottakring). he de decir que personalmente no me gusta porque es dulce, y lo peor de todo es que las hay más dulces, como la Stiegl.



Lo curioso de todo esto es que en la taberna donde entramos, un local arreglado, todo de madera barnizada, cuadros rarísimos, lleno de sofás aterciopelados y vacío de gente (sólo estaba el camarero y una chica durmiendo tumbada larga en un sofá junto a la puerta). Bueno al grano, el camarero nos intentó vender la moto de que probáramos la bebida especial de la casa. Como somos unos valientes y nos invitaba, decidimos darle una oportunidad a aquella botella de cristal de 5 litros y sin etiqueta alguna. Si, ya se que no hay que coger caramelos de desconocidos, pero este no era un desconocido del todo, tenía un bar donde había una chica dormida o muerta, (claramente era de fiar). La botella contenía un líquido amarillento, casi fosforito de sabor dulzón (demasiado) y claramente familiar para un servidor. Me recordaba extrañamente a un bidón que tuve en mi cuarto durante 3 meses. ¿A que no sabéis lo que era?

HIDROMIEL

Más tarde, por la noche, nos juntamos con unos españoles que aún no conocía salvo de oídas por aquel entonces y que tuvieron la amabilidad de invitarnos a cenar a su residencia. Me los presentó la única española de mi residencia que había conocido previamente por el Facebook. Fuimos pues a cenar a esa maravilla de residencia, hago comparativa en columnas:

Simmeringer por fuera

Simmeringer por dentro. Pedazo de habitación


Tras la cena decidimos salir por el centro para ver que ambiente tenía la ciudad, era sábado y supusimos que se vería gente. Haciendo caso a unas indicaciones que me había facilitado Esther el día de la "Critical-mass" acabamos yendo a Stephansplatz en busca de un pub/discoteca, allí llegó la primera sorpresa, en esa plaza, la de la catedral de San Esteban, que por cierto está en obras de restauración o limpieza, en ese lugar había mucha gente, todos de punta en blanco mezclados con artistas callejeros. Pero a lo que voy es, que me encanta como en esta ciudad fusionan la arquitectura emblemática con la población y como la gente respeta estas cosas sin hacer el gamberro. Digo esto porque mas tarde fuimos al Museo Quartier, y no me refiero a la puerta, me refiero dentro, si dentro, pero eso lo explico luego.

Catedral de San Esteban

Junto a la catedral de San Esteban, esta el monumento a los caídos por la peste (la columna a la peste), justo allí encontré en el suelo un billete falso de 500€ (impreso sólo por un lado) y con el me dediqué a hacer amigos pidiendo cambio a los transeúntes más jóvenes, alguno se echó mano al bolsillo como si tuviera para darme, pero la mayoría me pedían disculpas por no tener (que educados son), hasta que al final vi un grupo de chicos y cuando hablé con ellos me di cuenta de que eran españoles y más concretamente de Zaragoza (con lo grande que es el mundo), en fin 6 nuevos amigos, los cuales estaban de paso por Viena y nos enseñaron el siguiente tour, un tour que por cierto, os haré dar a todos los que vengáis a verme porque no dispongo de imágenes capaces de captar la belleza del lugar.

Columna a la peste

EL TOUR OBLIGATORIO:


Salir de la Catedral de San Esteban, pasar por la escultura erigida a los caídos en por la peste, caminar a través del Palacio Imperial de Hofburg, para lo cual se atraviesa una impresionante cúpula y más tarde se pasa por delante del balcón desde el cual, a 15 de marzo de 1938, Hitler proclamó el Tercer Reich al anexionar Austria con Alemania oficialmente (impresionante el balcón por cierto), luego se camina entre los jardines de los museos de Historia Natural y de Historia del Arte hasta llegar al interior del Museo Quartier. En este tour el plato fuerte es el palacio de Hofburg sin duda, pero los edificios que componen los museos son también de estilo clásico e impresionan. Mi teoría personal, es que dan esa sensación porque tienen unas ventanas enormes y les da un aspecto todavía más gigantesco. Otra cosa destacable de este tour, es que todo esta en perfecto estado de conservación y la ciudad emana una sensación de poder ó grandeza tremenda.

Palacio Imperial de Hofburg (bueno parte porque es enorme)


Museo de Historia del Arte


Museo de Historia Natural


Museo Quartier (60.000 m2 de cultura)



Una vez dentro del museo Quartier, llama la atención el hecho de que hay dispuestos una especie de sillones amarillos donde la gente se sienta con su cervecilla a charlar con los amigos, es decir, hacen botellón como en España pero de forma más ordenada o tranquila. Además, al tratarse de un museo no vive nadie y por lo tanto no molestan. En general la gente es bastante limpia yo creo que debido a que como está todo tan bonito te remuerde la conciencia el manchar. En otra ocasión, también en el museo había dispuestos "puffs" gigantes para que la gente los cogiera y se sentara con sus amigos en el suelo. ¡Eran comodísimos!

Interior del Museo Quartier, se aprecian los sillones aunque ahora son amarillos

Las fotos que he puesto no son del todo buenas porque la gracia del tour es recorrerlo de noche. Aunque por supuesto de día es también visita obligada no tiene tanto encanto, ya que, de noche es raro ver gente allí y es más mágico el momento.

Una cosa que me llama la atención o, mejor dicho, que es contraria a España, es que aquí está permitido beber alcohol en cualquier lado, tanto en la calle como dentro del mismísimo autobús, tranvía o metro y por supuesto en los parques. La única cosa que "exigen" es que guardes la compostura porque en el momento que alguien arma jaleo suele aparecer una patrulla policial de la nada y los pone en su sitio (así que Ender, si vienes modera tu nivel normal de hablar porque aquí eso es gritar y mucho), normalmente con que se paseen por delante basta para que la gente se comporte pero en ocasiones se apean a "regañarles" o pedir la documentación. Esto último puede ser un problema para los alumnos extranjeros como yo, porque si no eres austriaco te pueden dar un poco la lata y pedirte que les demuestres que estás "empadronado" y que cumples los requisitos, es decir, que estás matriculado, tienes vivienda, ingresos o algo que te mantenga, seguro médico, etc.

El día terminó en el Bar Manolo's que está al lado del Museo Quartier y cuyo dueño es de habla hispana, así como toda la plantilla y el 90% de los clientes. Sólo es digno de mencionar para recordárselo a los que estuvimos en su momento es la "pelea" protagonizada por el combatiente mejicano alias "Me sacaste el aire, tivoy a matar pinche pendejo".

El que quiera venir a hacer el "Tour Obligatorio" que levante la mano y lo diga en un comentario porque si sólo levanta la mano no le voy a ver.

¡Hasta pronto!

sábado, 24 de octubre de 2009

MEDIOS DE TRANSPORTE EN VIENA

Una entrada para menciona el transporte público y privado de Viena no mata a nadie. empezaré comentando el público que creo que es el que más interesa a los potenciales visitantes.

En cuanto a público encontramos:
  1. -Metro
  2. -Tranvía
  3. -Autobús
  4. -Tren
En general el transporte público está muy bien, limpio, puntual y está bien indicado, me refiero a que ponen los horarios en cada parada y son visibles porque nadie los ha arrancado. También cabe destacar que muchas de las paradas tienen un relojito diciéndote lo que queda para que llegue el aparato lo cual se agradece mucho.

La educación víal es palpable, la gente deja salir a todos del vagón antes de meterse ellos, hasta los gachupinos con peores pintas lo hacen. También incluyo en educación vial el hecho de que los autobuses, con toda la prisa que llevan siempre, no te tratan como a ganado y frenan cuando vas andando y quieres cruzar la calle.

Me gustaría mencionar el sistema de tranvías que tienen en esta ciudad ya que quieren poner tranvías en Zaragoza y es aquí donde he comprendido cómo podría llegar a ser útil su implantación. Aquí, el tranvía está semi-integrado en la ciudad, esto es que por donde no hay anchura, el tranvía y los coches comparten carril esporádicamente lo cual, aunque parezca mentira, no hace que el tranvía sea lento, sino que sigue siendo un buen método de transporte. Más adelante, en los tramos con anchura, el tranvía es el único que puede ir por su carril y es donde gana velocidad respecto a los turismos. Este mismo ejemplo lo vi en Cracovia pero algo cambiado, allí, el tranvía estaba protegido por una barrera para los coches, sin embargo, de vez en cuando tenía entradas por las que se colaba en autobús urbano y adelantaba de lo lindo.

Horarios: todo depende pero por lo general hay un servicio continuado de todos los servicios de 5 de la mañana a 12 de la noche. El metro suele pasar cada 5 minutos o incluso cada 4. Los tranvías entre 5 y 10 minutos al igual que los autobuses. A partir de las 12 salen los nocturnos, los cuales se distinguen porque su nombre es precedido por una "N" y porque sólo los ves a partir de las 12. Estos nocturnos suelen pasar cada 20 o 30 minutos y cubren practicamente toda la ciudad sólo que dan un poco más de vuelta.

Precios: Lo mejor que se puede hacer si vas a estar más de tres días es comprar el bono semanal por 14€ y te puedes montar en todo lo que quieras, salvo en los trenes interurbanos. Se que sale mucho mejor porque el billete de un día son 4€ y el de tres 13,60€. El billete simple de metro es 1,8€. El de bicicleta o perro es de 0,9€. Si, si, aquí los perro pagan billete pero sólo cuando van acompañados por el dueño, no se porqué. En mi caso, por ser estudiante universitario, tengo una serie de descuentos y se queda el bono semestral en 130€, el cual merece la pena porque aquí el uso del metro es diario y una vez que vas conociendo los autobuses lo mismo.

Está todo pensado para que cada uno haga lo que tiene que hacer y esto supone que no hay barreras de seguridad para que no te cueles, ni guardias, ni taquilleros. Tu mismo te responsabilizas de comprarte el billete, de picarlo y por supuesto de colarte si quieres, pero te arriesgas a una multa de 70€. Al principio estuve 2 o 3 semanas sin ver a ni un sólo revisor pero ahora que ha llegado un poco el fría se ven con facilidad.

Una cosa remarcable, interesante y que puede salvarte la vida es que, teniendo en cuenta que las tiendas y supermercados cierran a las 7:30 entre semana y a las 6:30 los sábados, si por la razón que sea te encuentras hambriento ó desesperado lo único que tienes que hacer es acercarte a una estación de metro. A sus puertas siempre hay mínimo un kiosko con kebaps, pizza o salchichacas para alimentar a los grandes y pequeños. Suelen estar abiertos 24 horas y creo que son fruto de un gran estudio de marketing de valor incalculable ya que, ¿cuándo usa la gente el metro? Pues por la mañana (hambre para desayunar), al mediodía (hambre para comer), después de trabajar (suele ser a las 5, por lo que, merienda) o por la noche (hambre nocturna típica), si a esto le sumas que es de lo más barato que se puede encontrar como resultado tienes siempre alguien comprando algo.

En cuanto al transporte privado, tenemos para elegir el taxi o los coches de alquiler, por ser erasmus tenemos una oferta especial que dice costar 10€ al día alquilar un coche, todavía no lo he comprobado pero puede ser falso. En cuanto a los taxis, es otro mundo respecto al transporte público.

Los taxis suelen ir rápido, muy rápido, es raro el que no patina con las ruedas a la salida de un semáforo, eso sí, aquí, ambar es frenar y los pasos de peatones se respetan siempre. Suelen emplear mercedes automáticos aparentemente potentes y el color es completamente variable, lo único que tienen en común es el sombrerito de "TAXI" encima., Una cosa que me llama muchísimo la atención es que NO llevan GPS, suelen llevar un callejero y a correr. Lo bueno que tienen es que la mayoría habla inglés, son amables y no son muy caros, o mejor dicho, son más baratos que en España.

Todo no son cosas buenas en Viena, tengo un par de amigos que opinan que los coches van más locos por la calle aunque, como digo, si que se respetan las señales (quizá los límites no). Una cosa que he visto yo hacer muchas veces de primera mano es aparcar los coches, mitad en la acera y mitad abajo y entrando de frente y rapidito, ahí sí que dan algo de miedo los conductores.

Esto es todo, o eso creo.

¡Saludos!

martes, 20 de octubre de 2009

MI SEGUNDO DÍA EN VIENA, DE COMO TERMINÉ DE ESTABLECERME Y LA CRITICAL-MASS

Mi segundo día no estuvo mal, lo primero que hice fue ir a las 8 a mi residencia llamada Haus Döbling a pedir las llaves de mi cuarto. Esta residencia es, cuanto menos curiosa porque el horario de atención al cliente, osea los residentes, es de 2 horas diarias y vale. Es decir, que facilidades mas bien pocas. Llegué, busqué la oficina y pagué el mes entero por medio mes de estancia (empezamos bien pensé), luego me explicaron lo que tenía que hacer para conseguir internet y nada más, ni me dijeron donde se lavaba, ni donde se comía ni nada. Bueno, no pasa nada.

Fui a mi habitación y... no está mal (primera impresión), un habitáculo de unos 12 m2 con ducha, lavabo, armario empotrado, mesa, estanterías varias, un mueble empotrado rarísimo a modo de cabecera y una cama de 80. Todo al mas puro estilo Ikea, incluso tengo ese espejo ondulante. Aquí las capturas para los que piensen visitarme calculen el espacio (para los cotillas, click para agrandar):








Lo primero que hice fue revolverlo todo y cotillear por la ventana.




Al principio me gustó la ventana porque al ser tan grande pensé, por lo menos es un cuarto luminoso, más tarde empecé a odiarla porque en este país no saben lo que es una persiana y amanece a las 5-6 de la mañana con lo que un sol terrible te da en la cara de forma atroz (o de forma entera según como te coloques en la cama).

Aquí empezó la segunda impresión, sobre la cama había una especie de manta/edredón para liliputienses y de la tela de los chandales de los años 90, de esos que usan los yonkis y que proclaman "Los Angeles 84" y cosas así, vamos de plastiquete. Resulta que al levantar la
manta/edredón aparecieron unos cuantos bichitos "pececillo plateado":


Concretamente fueron 2 unidades de este bichito hogareño, más tarde, al levantar el colchón apareció el resto de la familia pero no hay bicho que se resista a un zapato del 43 y menos si no pagan su parte del alquiler.

Una vez "limpiado" el cuarto, desempaqué las cosas en el armario y de pasó escondí el edredón horrible en lo más profundo de él. Tras esta operación precipitadamente calculada pero completamente necesaria, al menos psicológicamente, me decidí a investigar un poco los alrededores internos de la residencia.

Primero fui a la cocina, la cual compartimos entre 20 personas y donde, debía haber coincidido que minutos antes un manco de las dos manos se había hecho una tortilla y la había intentado voltear sin mucho éxito. En consecuencia la tortilla (o a saber) se había repartido graciosamente por toda la cocina cual estucado victoriano. Al pobre manco le había debido de salpicar el aceite porque con las prisas de ir a urgencias no había podido limpiar. En fin, resumiendo, estaba hecha un asco por lo que a partir de ese momento decidí comer cosas frescas en mi habitación (así llevo un mes) salvo alguna cosa de microondas que parece que está más decente.




Para hacer justicia, he de decir que la limpian profesionales todos los días laborables, lo que pasa es que aquí la gente "descuidada" debe madrugar más que los demás.

Después visité la zona común o salita de estar que está junto a la cocina. Es un trozo que sobraba y le han puesto unas mesas y unos sofás robados de algún contenedor, he visto alguna en otros pisos y tienen mejor pinta, mejores sofás al menos..


En cuanto a los lavabos, en fin... , contamos con 4 váteres ó "cagadegós" (en francés, que suena más fino) para 20 personas y al principio tenía mala pinta pero no está tan mal después de un tiempo. De aquí se puede constatar una curiosidad curiosa y es que tienen una forma diferente a los españoles, digamos que la zona de las deposiciones es plana y se quedan ahí esperando a que tires de la cadena. La única razón que se me ocurre es que debe ser bastante común comerse cosas de valor en este país y luego quieren recuperarlas. Lo se, escatológico a mansalva y me voy a moderar porque no se quién va a leer esto concretamente.


Tras visitar los lavabos, decidí investigar un poco las zonas comunes de los edificios: ascensores (por cierto sin puerta que cuesta dinero), hall con esculturas de estilo y autor desconocidos, lavadoras, buzones privados, parquecillo, aparcamiento de bicis, gimnasio, sala de ordenadores y hasta un bar propio se puede encontrar aquí (también compuesto por sofás robados de algún contenedor).










Lo malo de todas estas cosas era que lo interesante estaba cerrado y había que pedir llave de alguna que forma que no alcanzaba a entender y que lo no interesante, como la máquina del café del hall, funcionaba al estilo propina, es decir:
"El café vale 50 céntimos pero yo te cobro 1€ y el siguiente te lo daré más bueno"
Vosotros diréis:
-Chusé, so mandril, eso no es que funcione con propina, eso es que no da cambios y hay que echarle lo justo.
Pues no, y os lo aclaro, hace no mucho, una semana o así, cuando le perdoné a la máquina el rencor que me generó aquella experiencia. En compañía de mi amigo Krzysiek, me dispuse a darle una segunda oportunidad, en este caso, introduje el dinero exacto y por lo que se ve a la máquina no le gustó la falta de propina. Lo vió como una afrenta y por ello me dispensó una hermoso vaso de agua caliente. Ahora mismo estoy enemistado con ella de por vida y se libró de una patada porque no le encontré la espinilla. Aquí la susodi-chosa:


Tras la vuelta por la residencia, decidí que tocaba visitar los exteriores, di un par de vueltas, constaté donde estaban los supermecados más cercanos, un locutorio, un buzón de correos y por supuesto, las lineas de autobús y tranvía más cercanas (en la misma puerta de la residencia, lo que todavía no se es a donde repámpanos se dirigen).

Compré algo para comer (fresco y sin cocinar... ensalada mixta) y también lo principal para subsistir, es decir, jabones, papel de cocina, plato y cubiertos. Con esto me avié para sobrevivir.

Después de comer había quedado con Esther para ir a la "critical-mass", así que para acudir al punto de encuentro cogí el metro, para lo cual pagué el billete semanal de 14€ (es lo más recomendable porque el de 3 días cuesta 13,6€ cosa que no me explico) y con ese billete ya podía ir en cualquier método de transporte público. Una vez en casa de Esther me dejó su propia bici y ella cogió un monociclo y fuimos a la "critical-mass" de esa guisa.

Para los que no sepan lo que es una "critical-mass" procedo a explicarlo. Básicamente es una quedada del mayor número de ciclistas posible para reivindicar el uso de la bicicleta y del transporte público en detrimento de los turismos, exigen mejores infraestructuras y respeto al ciclista y, así mismo, quieren recordar que son muchos sus usuarios. Para llevarla a cabo, avisan a las autoridades del lugar donde comenzará la marcha en bicicleta, en este caso fue Schwarzenbergplatz. La "critical-mass" dura entre 2 y 3 horas y no informan del recorrido que seguirá la manifestación (supongo que para que no desvíen el tráfico con antelación). Por ello, la policía acompaña abriendo paso y cortando semáforos y procurando que nadie se pase de listo (aunque en esta ciudad la gente es respetuosa hasta para manifestarse). Las únicas veces en las que la manifestación (de unas 700 biciletas) se paraba a estorbar el tráfico a drede era cuando algún conductor pitaba y, en ese momento o se paraba en seco la marcha, o como en el caso de una rotonda, se dieron hasta 4 vueltas para incordiar.




En este caso, disfruté mucho de la marcha porque recorrimos grandes calles a la velocidad de la erosión y pude ojear algunos de los edificios más emblemáticos de la ciudad. Además Esther me iba contando lo que era la mayoría de ellos lo cual fue de ayuda. También fue curioso ver como aguantó en el monociclo aproximadamente 12km, que en llano todavía pero también subió alguna cuesta prolongada y lo mismo en bajada. Otra cosa curiosa fue, que los organizadores de la marcha iban con unas bicis muy curiosas hechas a mano, unas de 2 m de altura, otras con una rueda gigante al estilo antiguo, algunas creadas uniendo varias bicis viejas dando como resultado un trasto cuanto menos curioso y había varias también que tenían radio y altavoces incluídos.






Al finalizar la marcha fuimos a una zona del canal del Danubio donde han puesto arena a modo de playa y dos chiringuitos en los que se daba un concierto a favor de las bicicletas (a mi me daba bastante igual porque por aquel entonces el alemán me sonaba a carraspera) y luego había un ciclo de películas sobre el mismo tema que tampoco vi.


A la vuelta a casa recordé que no tenía sábanas asi que dormí con mi edredón (el bueno) encima de ese colchón mugriento pero bueno, tras 2 duchas hasta eso se olvida.

Aquí terminó el segundo día, más próximamente.

Auf Wiedersehen!! (se escribe así pero si dices "olvidensen" muy rápido es lo mismo y te entiende todo el mundo)