miércoles, 19 de mayo de 2010

COSAS QUE NO SE DEBE HACER EN LA COCINA (II)

Se supone que estudiando es como mas se desarrolla el cerebro. Esta afirmación debe ser cierta porque cuanto más tengo que estudiar ó más estoy estudiando es cuando más estupideces se me ocurren y, además, más predispuesto estoy a hacerlas realidad.

Estaba hoy estudiando genética cuando de repente me ha entrado el antojo de comer algo. Al igual que en la antigua edición de "cosas que no se debe hacer en la cocina", esta vez tampoco tengo practicamente nada en mi despensa. Principalmente porque no me apetece ir a comprar, aunque también influye que acabo de volver de Nápoles y que posiblemente vaya de viaje en un par de días otra vez.

Como no tenía nada para prepararme y el arroz a la pimienta ya no me convence, he encontrado en el armario un paquete de palomitas que no recuerdo haber comprado, pero, siguiendo la regla de los 7 días (conocida también como la regla de una semana) ahora me pertenece (la regla de los 7 días estipula que todo lo que permanezca en mi cuarto más de 7 días pasa a ser de mi posesión, esta regla está avalada por la Residencia Ramón y Cajal).

La idea en cuestión ha sido la de preparar las palomitas sobre la plancha de la ropa. SI, es completamente estúpido y SI, ha sido completamente innecesario porque vivo a 2 metros de la cocina. El caso es que lo he dispuesto todo en su sitio, la plancha boca abajo, unos libracos limitando sus movimientos y un papelillo para calzarla en posición horizontal. La he encendido a toda potencia y he fijado las palomitas con cinta de carrocero. También he puesto la cámara a grabar con intención de hacer un video acelerado y ponerlo en youtube. Ahora toca esperar.



He seguido estudiando y más o menos a los 30 minutos ha empezado a oler a mantequilla caliente, a la hora he decidido interrumpir el experimento por falta de resultados a parte del tufo a mantequilla. Mi teoría es que las planchas baratas tienen poca potencia, mamá, tendré que probar con la de casa que es un Ferrari de las planchas.

Para paliar mi frustración al no haber conseguido superar mi reto, he decidido comerme las palomitas en plan "depresión", así que he recurrido al microondas. Según la bolsa de palomitas, entre 3-5 minutos son suficientes para prepararlas. Teniendo en cuenta el aspecto tercermundista de nuestro microondas, he seleccionado 5 minutos y me he ido a lo mío.

Cuando he salido de mi habitación, una nube de humo tóxico recorría tooooodo el pasillo como si la "nada" de la historia interminable se lo estuviera tragando, el origen era la cocina por supuesto la culpa era mía. Mi compañero de piso justamente salía por la puerta de su cuarto en ese momento y con una expresión entre reir ó llorar ha ido a agarrar un cuchillaco por si aparecía algún zombie del "Silent Hill" entre tanta niebla (espero que fuera por eso y no porque me fuera a afeitar las barbas con él). Yo, valiente de mi he ido a reparar mi error. Al entrar a la cocina me he dado cuenta de que efectivamente el humo era tóxico. Qué forma de toser más horrible y todo agrabado porque a la vez me reía de lo tonto que soy. En fin, he cogido las palomitas, las he tirado contra la venta, la he abierto y he ventilado. Todo ello entre risas y tierra trágame (¡earth swallow me!, le decía a Arnold quien parecía no entender nada).




Mi teoría es que esa hora sobre la plancha ha hecho que se "evaporara" la mantequilla que debía actuar como catalizador de la reacción y protegiendo la bolsa o algo por el estilo. Al no estar se ha quemado todo de forma espectacular.

Reflexión final: Si ni siquiera me gustan las palomitas pa' que me pongo.... Si es que donde no hay mata, no hay patata, que le voy a hacer...

sábado, 15 de mayo de 2010

NÁPOLES

En primer lugar voy a adelantar un video de la mayoría de los lugares que visité. Lo pongo al principio especialmente para un par de lectores que confesaron leer en diagonal.



Hace un tiempo decidí hacer una visita a Nápoles, me habían hablado muy bien de esta zona y esto me convenció para buscar formas de ir. Como es de esperar, no me habían dicho nada sobre lo malo (que no es tanto... quizá un poco la Camorra que mata a la gente con cierta facilidad, pero si no incluimos eso, poco queda de malo), sólo me hablaron de sobre lo bueno. Resulta que desde Viena no hay forma de ir "económica" pero mirando un poco más descubrí la opción de ir desde Bratislava con Ryanair a Roma y de ahí en tren a Nápoles. No estaba mal pero necesitaba algo mejor así que buscando buscando encontré la compañía aérea de Wizzair.

Wizzair es una compañía "low-cost" con sede en Hungría. ES MEJOR QUE RYANAIR, pero no es un lujo. Me refiero a que los asientos son cómodos dentro de lo que cabe ó "si cabes" y no te dan tanto la vara para que compres pijadas. Con esta aerolínea lo único que tenía que hacer es ir a Budapest el miércoles por la noche en el bus, ir al aeropuerto con el supermetro y los superbuses budapesteños y esperar toooooda la noche en el aeropuerto para a las 5 embarcar y llegar a las 7:30 en un vuelo perfecto y directo a Nápoles, total del viaje ida y vuelta 80€.

Para que veáis lo que sobra de espacio entre asientos (nada)


La noche en el aeropuerto de Budapest fue graciosa dentro de lo que cabe. El aeropuerto de Budapest es bastante nuevo, es bonito, limpio y cuidado. Había incluso una pequeña exposición de fotos sobre la ciudad hace décadas. Yo, muy previsor, me llevé apuntes de genética para estudiar y quedarme la noche en vela pensando que sería un lugar aterrador del que despertaría con un órgano de menos. Nada más lejos de la realidad. Al final, el sueño acumulado de esta semana (por un examen odioso de una asignatura encantadora) me hizo mella y a las 12, se me cerraban los ojos. A las 1 finalmente me decidí a "dormir" y tras estudiar la técnica secreta de los indigentes locales, busqué un rinconcito libre y los imité casi a la perfección. Coloqué dos sillones enfrentados e improvisé una cama horrible pero mejor que dormir al raso. Entre pitos y flautas dormí unas 2 horas que de mucho me sirvieron.

Terminal 1 del aeropuerto de Budapest

Entre dos sillones de esos improvisé una cama


Un poquito de introducción a la ciudad:
Nápoles es la ciudad más poblada del sur de Italia, cuenta con 1 millón de habitantes pero si se suman los de las poblaciones vecinas, la cifra se eleva hasta 4,4 millones. Tienen su propio dialecto, no se si oficial o no, pero casi todo el mundo lo habla, especialmente la gente mayor.

Vista de Nápoles desde el Castillo de Sant Elmo


Nápoles está situada entre dos áreas volcánicas, la más famosa es el Monte Vesubio (si, el que se cargó Pompeya y Herculano como si nada). La ciudad la fundaron los griegos en el siglo VIII a.C., el nombre actual proviene de ellos. Cuando llegaron, fundaron Cumas muy cerca de la hoy conocida Nápoles (de hecho ahora son las dos ciudades juntas) y con el tiempo quisieron fundar una nueva ciudad y la llamaron "Neapolis" (nueva ciudad) y de ahí Nápoles. Esta ciudad también es bien conocida por el nombre de “Parthenope”, este nombre viene de la leyenda de Ulises. Cuenta dicha leyenda que Ulises, a su paso por la isla de las sirenas, secuestró a la sirena Parténope y la ató en la proa de su barco, a su paso por Nápoles esta estaba ya muerta y se deshicieron del cuerpo. Unos pescadores napolitanos la encontraron y de ahí viene el nombre. Estas cosas las cuenta la gente local. Si atendemos a la wikipedia, encontramos otra versión. En esta versión, la sirena, desesperada por no haber encontrado a Odiseo se suicidó y su cuerpo acabó en la costa de la actual Nápoles. Las gentes encontraron su cadáver y fundaron la ciudad en su memoria. Años más tarde, cuando la ciudad se volvió muy próspera, los habitantes de Cumas temieron el detrimento de la suya y la destruyeron por envidia, más tarde, víctimas de una epidemia, la reconstruyeron por consejo de un oráculo y le dieron el nombre de Neapolis.

Monte Vesubio


Ahora mi propia historia:
Cuando llegué a Nápoles, S. me estaba esperando con el cochecillo, un Fiat Panda edición limitada firmada por Alessi (el diseñador que le da nombre). Era un cochecillo marrón con interiores verde fosforito (si, lo se, es un kiwi con ruedas). Este coche, aunque gracioso y divertido por fuera es de gran utilidad para las calles estrechas de Nápoles (de eso hablaré más adelante). Después de recogerme me acompañó a desayunar a Portici, ciudad cercana a Nápoles que sería mi sede.

Kiwi con ruedas ;)


Ese mismo día visitamos Nápoles, concretamente las callejuelas comerciales del centro. No me refiero a las calles de Zara y esas tiendas. Me refiero a las callejuelas de pequeños comercios donde medio comercio esta en la calle porque no cabe dentro del local, donde los vendedores te gritan cosas (espero que buenas) y donde las motos te pasan a toda velocidad a 2cm de distancia. En este primer contacto con Nápoles me di cuenta de que a cada paso hay una iglesia diferente, bueno, no diferentes del todo porque la mayoría comparten el mismo estilo arquitectónico, parecen clones de distintos colores. También vimos algunas plazas interesantes como la de Gesù.

Una de las iglesias de diseño estándar


En la Piazza de Gesù se encuentran dos leyendas (que yo sepa). Por un lado está la leyenda concerniente al obelisco de la Inmaculada y la otra concerniente a la Basílica de Santa Clara. Se dice de esta columna que por el día la estatua que la corona es la virgen buena y misericordiosa que cuida del pueblo pero, una vez entrada la noche, se transforma en el ángel de la muerte y vuela por la ciudad repartiendo leña a los monos. Si te fijas, pese a que esta bastante alta la moza, te mira fijamente de una forma que parece que te dice "espérate a esta noche majete, vas a ver tú lo que vale un peine" y creo que es debido a esta mirada que empezó la leyenda.

Obelisco de la Inmaculada


En cuanto a la leyenda de la Basílica de Santa Clara, no es que sea una leyenda en si, si no que los reyes Roberto d'Angiò (Napolitano de origen) y la reina Sancha de Aragón (no encuentro por ningún lado de dónde era ella) exigieron expresamente que no tuviera ventanas, querían que la iglesia solo tuviera luz artificial. Dicen los más imprudentes que era un laboratorio secreto de revelado de fotos. Otros dicen que era para evitar las migrañas de domingo provocadas por los excesos del sábado noche en conjunción con la luz del Sol. Pero lo que parece más fiable es que querían una atmósfera diferente (al final no es una leyenda pero no lo cambio más arriba). Esta Basílica tiene de especial que se construyo en el año 1300-1340 en estilo gótico. Tiene 130 metrazos de largo (suficientes para que al novio le de tiempo a pensárselo 9 veces y escapar de ser necesario mientras ve como se acerca la novia al son de la música) y 45m de alto (dicen que es la iglesia más alta de ese tipo de Europa). Detrás de esta basílica (pública) esta el Claustro y convento del mismo nombre pero como no entré dejo unas fotillos sin más.

Interiores de la Chiesa de Santa Chiara con sus 145 metrazos de pasillo de la reflexión final


A otros metros de esta iglesia y, cuando digo unos metros no estoy exagerando y me refiero a 3 metros de separación entre los edificios y unos 20m de puerta a puerta, esta la Iglesia de Gesù, esta Iglesia la vi al día siguiente pero ya que estoy la explico ahora. Esta iglesia es del año 1600 de estilo renacentista. He intentado leer algo de la historia de esta iglesia en la wikipedia pero está en italiano y era un poco lioso, algo así como que un noble napolitano tenía un palacio pero los españoles se lo quitaron por malo (no se comió el postre o algo así) y unos años más tarde le perdonaron y se lo devolvieron (no a él, a su familia) pero más tarde otro español (Don Pedro de Toledo) intentó introducir la Santa Inquisición española en Nápoles y como no le dejaron se volvieron a enfadar, y se lo quitaron y blablabla. Al grano, es la iglesia más bonita de Nápoles, tiene unos frescos "fresquisssssimos" y unos cuadros preciosos.

Chiesa de Gesù

Frescos fresquísimos


Otra cosa que esta cerquita de esta zona y con leyenda es la "Estatua del Pueblo". Se trata de una estatua que se fueron encontrando por partes. ¿Raro verdad? Me explico, encontraron bajo las aguas mediterráneas un trozo de escultura, un cuerpo de hombre casi completo con una especie de animal bajo él. La colocaron en la ciudad y, con el tiempo, encontraron una cabeza, la probaron, no sirvió la tiraron. Al tiempo siguieron encontrando partes de otras esculturas pero las probaban en esta hasta que dieron con una cabeza que parecía que servía y se la dejaron puesta. Luego encontraron un brazo, una pata de león para la criatura y para la otra pata acabaron por dejarle una pata de dragón que parecía que encajaba. Si no te explican esto ni te das cuenta y te quedas tan feliz mirándola.

Estatua del Pueblo


El último templo que vimos este día a fondo fue la Catedral de San Genaro. Su construcción data del año 1300, se cree que bajo ella esta un Templo de Apolo y más tarde hubo una Catedral del siglo IV. La catedral se construyó en estilo gótico y luego se le añadió algo de barroco (barroco de estilo artístico, no de los charcos, que conste). He de decir, que es impresionante tanto su decoración como sus techos altísimos. En la catedral se encuentra una cripta en honor a San Genaro donde se ve una escultura del mismo rezando frente a sus propios huesos, los cuales tienen en una vasija al alcance de los mirones. La leyenda de esta Catedral es que cada 19 de Septiembre (aniversario de la muerte del santo), ante miles de fieles la sangre del santo se licua o no. La cosa es que no se de donde sacan la sangre seca pero bueno. El significado del milagro es que si se licua, es que el pueblo napolitano ha sido bueno ese año, si no se licua es que han sido malos. Normalmente se licua, lo cual significa que el santo tenía una manga ancha de narices, pero unos años no se licuó y la gente se asustó muchísimo.

Duomo di San Gennaro

Interior del Duomo

Vitrina con la vasija y los huesos del santo


Ese día visitamos un poco por encima varios monumentos más como el castillo nuevo, del cual hablare más tarde, algunas calles principales, la Teatro de San Carlos del cual pondré fotos aunque no lo vi por dentro, la Piazza del Plebiscito (plaza del pueblecito para los colegas), alguna de las universidades (posiblemente la más bonita es la de ciencias políticas) y lo mejor de todo Nápoles para mi, "la Galería de Umberto I".

Galería de Umberto I desde el Castillo de Sant Elmo


La Galería de Umberto I, es el mejor edificio moderno que he visto, es una maravilla de la arquitectura, me encanta, lo adoro. ¡Quiero una maqueta! Esta galería está situada enfrentísimo del Teatro, entre el Castillo Nuovo y la Plaza del Pueblecito. La construyeron en el año 1890 y sigue estando preciosa. Es como una estrella de cuatro puntas formada por cuatro edificios y que dejan entre si espacio libre para calles cubiertas por un techo acristalado (lo que viene siendo una galería). En los bajos se encuentran muchos negocios diversos, entre ellos una de los mejores puestos de dulces típicos (doy fe de ello). Lo bueno de este edificio es la grandeza que transmite por dentro y lo bello que es por fuera. La leyenda que envuelve este edificio trata de su punto central, en el que se encuentran en el suelo, mosaicos representando cada signo zodiacal. Si te sitúas sobre el tuyo y pides un deseo se cumple algún día.

Una de las fachadas de la galería de Umberto I


Interiores de la Galería (las fotos no le hacen justicia)


Teatro de San Carlos


Finalizo la visita con la Piazza del Plebiscito. En esta plaza enorme se encuentran edificios interesantes como el Palacio Real de Nápoles, y la Iglesia de Francis de Paola cuya cúpula de 53 metros de alto y sus filas de columnas, es lo que más destaca en la plaza, en esta plaza hubo al día siguiente una ceremonia de la policía de Nápoles y SI, estaba el famoso Lamborghini de la policía napolitana pero NO no lo llegué a ver. Lo vi en la tele antes de salir de casa pero cuando llegué no estaba.



Palacio Real

Iglesia de Francis de Paola


Al día siguiente nos concentramos más en la visita de los castillos de la ciudad, bueno de dos de los cuatro que hay, concretamente, el Castillo del Ovo y el Castillo Nuovo.

El Castillo dell'Ovo (el castillo del huevo), recibe este nombre porque Virgilio asegura que durante su construcción fue escondido en sus cimientos un huevo mágico que el día que se rompa desencadenará la caída de toda la construcción y traerá muchas desgracias a la ciudad. Este castillo fue construido en el siglo I d.C. (si si, 2000 añacos) pero su actual forma es del año 1128 que no es poco. Está situado en un islote en lo que era la parte de la ciudad de Cumas y ofrece desde su parte alta unas vistas muy buenas de la ciudad. Este castillo defendía el puerto y la ciudad en general, en la actualidad conserva numerosos cañones. Lo interesante de este castillo es que en sus comienzos estaba completamente rodeado por agua (ahora está unido a tierra). En su recinto se pueden encontrar museos y me pareció ver que estaban preparando una discoteca o algo por el estilo.

Castillo dell' Ovo en diferentes posiciones

Cañones del Castillo delll' Ovo

Boborolo sentado en un cañón

Isla de Capri vista desde el castillo (fijaos en la forma de cocodrilo)


El Castillo Maschio Angioin o Castillo Nuovo construido en el 1282, fue el castillo real de la dinastía de Anjou. Está a la orilla del mar y cuenta con un foso tremendo. De la parte antigua del castillo queda poco ó nada porque los aragoneses nos encargamos de darle un toque personal. Concretamente pusieron las 5 torres de defensa, el arco de triunfo que está en la puerta (el Arco de Alfonso d'Aragona, ¡precioso oiga!) y la sala de los Barones, llamada así porque en ella se arrestaron a los Barones que conspiraron contra Fernando I de Nápoles. Este castillo merece la pena de visitar, son sólo 5€ y desde él se puede acceder al museo cívico entre otras cosas. También se pueden ver los restos de las ultratumbas, algunos esqueletos durmiendo bajo tus pies a través de unos cristales, la ciudad entera desde sus almenas, en fin, que merece la pena leñe. Este castillo también está situado contra el mar, junto al puerto y desde el se puede divisar perfectamente tanto muchas millas mar adentro ó media Nápoles mirando a tierra. Una curiosidad sobre este castillo. En su pared sur, tiene una herida de guerra. Concretamente es un cañonazo que le asestaron desde un barco. El grosor de sus muros apenas notó el tremendo impacto y en su lugar quedó una marca. Esta marca la conservan para recordar lo fuerte que es el castillo.



Castillo Nuovo

cvx
Vista del Vesubio desde el Castillo Nuovo

Agujero causado por la bala pero sin ningun daño grave.


También visité Sorrento. Sorrento es una población turística a una hora de Nápoles. Tiene unas costas muy bonitas y básicamente es un destino de vacaciones. Tiene unos acantilados impresionantes y unas callejuelas con encanto. Poco más se puede decir de esta población. Cosas típicas de esta población es el pescado y las sandalias de cuero.

Vista de los acantilados de Sorrento

Vista de la bajada el puerto de Sorrento



ESTILO DE VIDA NAPOLITANO:
Lo que más me llamó la atención nada más llegar era algo que ya había observado en mi anterior visita a Italia. Me refiero a la forma de conducir peculiar del sur de Italia. Cuando se lo comenté a S. nada más subirme al coche en el aeropuerto, se me ocurrió retarle a ver si de camino a casa (unos 20 minutos) seríamos capaces de encontrar un sólo coche sin algún golpe o rayón. ¿Imagináis el resultado? NI UNO, y no sólo en los 20 minutos de viaje, durante toda mi estancia no vi ni uno solo (tampoco me fijé en todos pero bueno, era alarmante).

En Nápoles la gente va a lo suyo, si hay un carril, sacan hasta 3 si hace falta. El arcén es un carril más, los islotes también, las aceras a veces... En fin, una locura para los coches. No digo nada sobre las motos. Las motos van por donde pueden, sea calle peatonal o acera, van a los suyo, a toda leche, esquivándote como pueden, encorriendo abuelas, niños, tullidos y hasta a los perros. El casco la mitad no lo conocen, hablando del casco. Me dijo S. que los cascos integrales es mejor no usarlos en Nápoles aunque tengas la moto más grande del mundo. Básicamente si pasas por donde no debes y no te reconocen la cara, te puedes ganar un tiro, tanto de la Camorra como de la policía en según que casos.

Lo que más ODIÉ (bueno lo único que odié) de Nápoles es la manía y habilidad que tienen de tocar las narices con el pito del coche/moto, tienen una mano sólo para ese odioso aparato, es algo irritante y constante, de hecho S. se reía cuando me sacaban de mis casillas y me ponía a gritar a estos conductores Era horrible, había un atasco, PITO. Había alguien cruzando la calle, PITO. Estaba el camión de la basura, PITO. Era como si tocando el pito, los obstáculos desaparecieran por arte de magia... al menos yo no vi ninguno de esos milagros.



Algo que si que me alarmó al principio pero que después me llegó a gustar es la forma en la que la gente va a pie por la calle entre el tráfico de locos. Me explico, al igual que en la mayoría de España, la gente camina por donde no debería, véase el carril bici o directamente la carretera. Pero lo gracioso es que nadie sale herido, porque aunque conducen como locos, siempre frenan. Si quieres cruzar la calle, ni semáforo ni paso de cebra ni pingüe de colores, das un salto de fe, pones un pie en la carretera sin mirar si quiera y, con lo ojos cerrados llegarás al otro lado el 95% de las veces (y en estos casos no te pitan, fíjate tú que gracia). Como decía S., en el sur de Italia son menos serios que en el norte, son más viva la vida.

En cuanto a la fiesta, me llamó la atención que la gente sale de fiesta como en todo el mundo, pero, que de no ir a una discoteca de las grandes, suelen volver a casa más bien pronto, en torno a las 12 ó 1. Esto se debe a que más tarde es peligroso para andar por ahí. Así que llegada la hora mencionada, la gente suele ir a tomar un café, normalmente frío (si si, café, nueve de cada diez médicos dicen que es lo mejor del mundo antes de dormir...). El café frío lo preparan no se de qué forma pero el resultado es como una crema de café, de la consistencia de la mousse y con mil variaciones. Eso sí, es dulce que tira para atrás.

Café frío de nocciola


APARTADO GASTRONÓMICO:

Un día desayuné algo típico de la zona, aunque no me extrañaría que por España también lo haya. Aquí lo llaman "bomba" y fácilmente entenderéis el porqué. Se trata de una bola de bollería que sabe como el churro pero en blandito rellena de chocolate hasta las trancas y recubierta de azúcar. Es más grande que un puño de un gorila de espalda gris macho adulto de genética normal. Vamos una bomba si te lo comes entero. Lo gracioso es que lo acompañé con un expresso de los que hacen por aquí Para el que no los haya visto nunca que se imagine un dedal de costurero llenó de café más concentrado que el fairi de última generación, vamos, que no sabes si existe azúcar en el mundo para endulzarlo ó si su negrura se debe al alto contenido de café ó a que se traga la luz con su supergravedad propia.

Bomba

Expresso diminuto


Una cosa curiosa de Nápoles es la comida rápida, que, al igual que en todo el mundo, también aquí existe. Vosotros diréis, la pasta, plato nacional de por sí ya es comida rápida, si, lo es, pero me refiero a los puestecitos que hay en la calle que en un minuto estas comiendo y siguiendo tu camino. Mi condición de monillo viajero me lleva a ser atraído por este tipo de lugares bastante a menudo, es más, podría asegurar que mi organismo ha desarrollado anticuerpos mucho más poderosos que los del actimel. Volviendo al tema, la comida rápida que se encuentra por aquí, a parte de los perritos caliente y kebaps es la siguiente:
  • Pizza frita: Se trata de una masa de pizza que contiene, normalmente ricotta y jamón, aunque se puede encontrar tanta variedad de ingredientes como en las pizzas normales. Una vez preparada la pasta, se cierra por la mitad y se fríe, como su propio nombre indica. Está muy buena si el que la hace tiene buena mano y la escurre como es debido. Por 1,5€ has comido con esto.
  • Pizza napolitana: Se trata de una pizza bastante básica y buena hasta decir basta (no es la mejor, de esa hablaré luego). Por lo que vi, está constituida por la masa, tomate, algo de mozzarela y orégano. Por 1,5€ también comes con esto.
  • Bola de pasta: es básicamente pasta cocida, con condimento en el centro de la bola, en mi caso tenía carne picada, tomate algún guisante y queso. Todo ello rebozado en huevo y frito. 1€ (con 2 comes).
  • Tortilla de pasta: se lleva mucho lo de hacer una tortilla con los espaguetis. No hace falta explicarlo, con o sin tomate incluido. El precio depende del pedazo.
  • Bola de arroz: parecido a la bola de pasta, es arroz con o sin tomate y diversos condimentos como queso, jamón, etc... 1€ la bola.
  • Croquetas de patata: usando puré de patata como base e incluyendo mozzarela y jamón o bacon. Muy rico. 1€
  • Napolitanas: la que más probé fue rellena de berenjenas y mozzarela. Buenísima. Tienen saladas de todo tipo, de chocolate no vi. Una nota, no las conocen por ese nombre.

En cuanto al helado, en Sorrento probé algo típico, no por sus sabores que todos habéis estado ya en una heladería italiana. Lo peculiar es la forma de comerlo. Te lo sirven en un panecillo circular, hecho de bollería y por lo tanto dulce. Delicioso.

Antes he mencionado los mejores dulces de Nápoles, los cuales se podían encontrar en un pequeño negocio en la parte norte de la Galería Umberto. No probé todos porque no me gusta mucho el dulce pero S. me animó a elegir los más “típicos” y he de decir que todos eran buenísimos y a un precio ridículo. Uno de ellos era un borracho de toda la vida bañado en ron, allí lo llaman “Baba”, otro era la “sfogliatella frolla” y básicamente está rellena con ricotta y fruta confitada (naranja y limón) y afuera es bizcocho recubierto con azúcar en polvo. Es algo cremoso que se come caliente. El tercero y mejor de todos se llamaba zeppola di San Giuseppe y puede ser frito ó al horno. Nosotros lo comimos al horno y era un pastelillo relleno y cubierto con crema pastelera y con guindas. Perfecto, os aconsejo que visitéis esa galería porque es preciosa y que, de paso compréis un dulce.

Sfogliatella frolla

Baba

Zeppola di San Giuseppe


En el apartado de las bebidas, tengo que nombrar por supuesto la calidad de los cafés. Lo buena que está la Birra Moreti aunque es muy suave, los buenos vinos tintos (que desde navidad no había probado ni uno que mereciera en nombre de “tinto”) y el aperol con tónica de limón. Este último, se toma también en Viena pero no lo había probado. Para los que no lo conozcan, el aperol es una bebida de baja graduación alcohólica y alta graduación de amargor, es como el bitterkas porque también es rojo, pero sin gas. Probé uno por consejo de S. y está bueno, lo admito, pero no va mucho conmigo. Os pongo una foto para que lo veáis.

Aperol con tónica


Y ahora voy a hablar de lo mejorcito del mundo mundial que se puede encontrar en Nápoles DF:
La pizza de verdad. La pizza de la zona es diferente. Para empezar la masa es diferente y está muy muy buena, para seguir, la salsa de tomate es excepcional. No es tomate frito, es algo así como tomate natural. Tengo que probar a estampar un tomate sobre una base de pizza y meterlo al horno, si el resultado sale parecido tendré solucionado el menú por un mes.

-Pizzería Trianon, situada en el corazón de Nápoles, concretamente en la Vía Pietro Colletta 44/46 (Napoli), en esta pizzería comí una maravilla. Las lágrimas recorrían mis mejillas a cada bocado, me imagino que se debieron sentir así los supervivientes del accidente ese en los Andes cuando se comieron a sus compañeros (salvando las distancias... que la pizza estaba caliente), qué mezcla de sentimientos, no sabía si comérmela o hacerle un monumento. En fin, menuda sarta de tonterías acabo de soltar. La pizza era la mejor del mundo que había probado hasta el momento pero os aseguro que ni lloré ni leches, según el camarero la posó en la mesa ya le faltaba una porción.

Fachada de la Pizzería Trianon

Pizza de S.

El hombre más feliz del mundo...

Esquema del proceso de felicidad en "time lapse" de 30 segundos


-Pizzería Reginè, situada en Portici, concretamente en la calle Corso Giuseppe Garibaldi 122 de Portici, recomendable su visita, fijaos si es recomendable que fui 3 veces en 2 días.... Es un establecimiento bonito y grande. Tienen 2 hornos de leña para pizzas a la vista de los comensales y el cocinero la prepara delante de ti. En 5 minutos tienes preparada la que hayas elegido. La primero que comí era en base de nata. Deliciosa y creo recordar que costó 5€. Las dos veces siguientes comí la pizza estrella, la mejor del mundo mundial definitiva, estoy hablando de “la pizza marinara”. Se trata de una pizza muy simple, tan simple es que en un restaurante como ese, de buen nivel según la escala de las servilletas (escala de las servilletas: servilletas de papel = restaurante flojete, servilletas de tela = restaurante buenete) costaba sólo 2,7€, ¿los ingredientes? La base (perfecta), salsa de tomate casera con tomate natural, ajo, aceite y basilísco. Yo le puse de opción anchoas y como resultado tuve, por 3,2€ la mejor pizza del mundo. Estoy escribiendo este apartado con babero... qué recuerdos... creo que voy a mirar si hay vuelos baratos para allí otra vez...

Fachada de la Pizzería Reginé

Una de las pizzas Reginé

La mejor pizza del mundo conocido, pizza marinara....


Termino ya de escribir que si no, los 2 lectores que a estas alturas me soportan van a empezar a emplear estas entradas como sustituyente de Crepúsculo para coger el sueño por las noches...

En fin, gracias a S. por su hospitalidad.

¡Más próximamente!



De regalo os dejo un video de los cielos de Nápoles. Lo grabé desde que vi el Vesubio hasta que aterricé así que son 8 minutos sin mucha acción pero que a lo mejor le interesa a alguien: