MI PRIMERA TARTA SACHER

Este post se lo voy a dedicar a A. que tanto me hablaba de las tartas Vienesas.

Resulta que después de estar en Viena desde hace 7 meses, no fue hasta hace bastante poco cuando me decidí a probar la famosa tarta Sacher (me refiero en cafetería/restaurante). No fue idea mía sino de S. Ya sabéis que no soy muy goloso pero S. lo es mucho y por eso yo no fui antes. Concretamente fuimos a un restaurante de la calle Mariahilfer, se llama Café restaurante Servus (que viene a significar "¿qué tal?"). Está situado junto a la iglesia.

Café Servus

El restaurante tiene muy buena pinta pero lo que más me gustó fue ver la carta de precios en la puerta. Comprobé que no me iban a robar por la tarta y entré. La tarta en este caso costó 3€ y un café expreso fueron 2€ adicionales. El café fue caro pero en este país lo es en todos sitios.

La sorpresa llegó cuando me trajeron la tarta, los que la hayan probado ya saben que es densa y que llena bien. El trozo fue bastante hermoso, de hecho no lo pude terminar sin "sufrir". Venía acompañada de la típica bola de nata, la cual no me entusiasmó porque no era dulce aunque tiene su explicación. La tarta Sacher es dulce por si misma y por la nata también, en teoría se come mezclándolo todo. RESUMEN: ¡¡DELICIOSO!!

Mi propia y genuina tartaca

Y ahora un poco de información extraída de la wikipedia:

La tarta Sacher, en alemán Sachertorte ([ˈzɑxərˌtɔrtə]), es una tarta de chocolate típica de Austria. Consiste en dos planchas gruesas de bizcocho de chocolate separadas por una fina capa de mermelada de albaricoque y recubiertas con un glaseado de chocolate negro por encima y los lados. El chocolate que cubre la torta permite que se conserve períodos largos. Tradicionalmente, se suele acompañar de nata montada (crema chantilly).

Foto profesional, aquí está más apetitosa si cabe, se engorda de mirarla (es la original)

Historia:

Fue inventada en 1832 por Franz Sacher, entonces joven aprendiz de repostería, para deleitar a un selecto grupo de invitados del príncipe Klemens Wenzel von Metternich. Tras pasar 16 años trabajando en Bratislava y Budapest, Sacher volvió a Viena y abrió una tienda de delicatessen y vinos. Eduard, el hijo mayor de Franz Sacher, fue aprendiz de repostero en la confitería vienesa Demel. Allí empezó a confeccionar la tarta de su padre en la forma que hoy se conoce. En 1876 fundó el Hotel Sacher, todavía hoy existente, y comenzó a vender la Sachertorte. Tras la muerte de Eduard Sacher, su esposa Anna continuó regentando el hotel.