lunes, 3 de mayo de 2010

CÓCTEL EN EL RATHAUS

El 20 de abril, el alcalde organizó un "Cóctel de bienvenida" para todos los alumnos extranjeros de Viena. El cóctel se celebró en el Rathaus (Rathaus = casa de las ratas = ayuntamiento en español y no, no es broma, el alemán es así de gracioso). Exactamente no se cual fue el propósito de dicho evento porque aunque el ilustrísimo señor alcalde soltó un discurso de 15 minutos al comienzo del evento, no me enteré de mucho por la mala acústica.

Foto del ayuntamiento sacada de archivo porque siempre que voy hay algo delante.

Me engañaron para que posara al estilo "primera comunión".


Como todas las historias, esta comenzó cuando M. me dijo que sabía de la fiesta perfecta para mis propósitos. Me explico, con mis propósitos me refiero a vestirme con el traje. Puede parecer ridículo pero lo quiero amortizar por un lado (y en el armario eso no pasará nunca) y por otro lado, como dice Barny Stinson "Nothing suits me like a suit".

Aqui Barny Stinson

Y aquí K. y yo posando como Gentlemen.


Volviendo al hilo, M. me explicó que había que ir al cóctel de etiqueta, por lo que encajó con mis propósitos de lleno, a eso súmale la posibilidad de ver los interiores del Rathaus y el hecho de que era gratis y tienes una fórmula perfecta.

En cuanto al menú, la cosa se basó en pastelillos y canapés de diversos colores y olores. No incluyo sabores porque no los probé. Esperé a que la mesa se vaciara y para cuando fui no quedaban ni las sillas. Ahí se equivocaron al calcular las cantidades creo yo. Por otro lado, el cóctel también incluía barra libre durante 2 horas de refrescos, cerveza y vino. Un inciso, el vino de este país se llama vino como en España pero no se parece mucho. ¿Sabéis como está mejor el vino tinto? "¿Frío?" responderéis, pues no, el tinto está mejor lejos y el blanco puede pasar pero no si eliges el barato ¿adivináis cual eligió el señor alcalde? ¡ni que lo pagara de su bolsillo!.

Mejunjes varios...

Volviendo a lo que a mi me interesa, que viene siendo la arquitectura, el edificio, de estilo gótico, fue diseñado por Friedrich von Schmidt y construido entre 1872 y 1883. En lo alto de la torre se encuentra el Rathausmann (yo siempre lo he llamado Spiderman), una escultura dorada de 3,5 metros de altura que representa la figura de un portaestandarte y que se ha convertido en un símbolo de Viena (la ciudad entrega anualmente un premio cuya estatuilla tiene la forma del Rathausmann). Por dentro el edificio no defrauda y me imagino que las fiestas están a la orden del día porque está todo predispuesto para ello.

Rathausmann ó Spiderman, como prefiráis, lo que si es seguro es que
este pobre desgraciado es el primero en saber cuando llueve.


Estuvimos allí las dos horas que nos permitieron. Hubiéramos estado más porque era algo tan diferente a lo habitual que nos gustaba a todos, además, rara vez coincidimos tantos extranjeros y, aunque la mitad ya nos conocíamos había muchos otros que no habíamos coincidido nunca y siempre es agradable conocer gente nueva.

Vista general de la sala principal.


Para finalizar dejo un video de lo que viene siendo 30 segundos en el rathaus. Al final salgo yo para que me veáis el pellejo que hace mucho tiempo que no se me ve el pelo.




¡Hasta pronto!

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