domingo, 26 de septiembre de 2010

ROMA

Como ya sabréis la mayoría, este verano decidí ir a Italia de vacaciones. Aproveché los vuelos baratunos para ganado que oferta Ryanair y tiré para allí. Ya sabéis lo que opino de Ryanair y si no lo sabéis lo repito. Ryanair ha pasado de ser una compañía de low-cost a ser un mercadillo bochornoso. Un circo con alas. De no ser por los precios y porque el vuelo era corto no volvería con ellos. Me saca de mis casillas eso de que te intenten vender de todo mientras tu intentas dormir de mala forma porque el asiento no es reclinable (estoy convencido de que es para que no puedas dormir precisamente y así compres algo por aburrimiento). Odio también el volumen infernal de los altavoces y, por odiar, odio hasta que no asignen un maldito número de asiento. La gente entra en el avión que parece que regalan algo. Una pequeña reflexión. ¿Porqué la gente, en las salas de espera del aeropuerto, se levantan 30 minutos antes de que empiecen a embarcar? si hasta que no suba el último (que suelo ser yo) el avión no despegará. No se si son peores estos ó los que se ponen de pie 29 minutos antes de que abran la puerta y se tiran los últimos de la fila 40 minutos de pie. Yo creo que hay algo social en todo esto, porque creo que lo hacen por reflejo no porque no caigan en la situación. En fin, al lío.


LA LLEGADA

Volvamos al avión, el vuelo bien, me tocó ventanilla con lo cual lo veía todo. La pega es que el altavoz con las ofertas de última hora suena más fuerte en la ventanilla por la disposición que tiene, pero bueno. Los Pirineos preciosos, por la costa catalana una tormenta bastante maja, Cerdeña preciosa y llena de turistas también y la tormentaza que había sobre la noche de Roma le daba un aire interesante. Lo malo de las tormentas de verano son dos cosas, los rayos y el aire que a veces mueven. En esta había las dos cosas y cuando estábamos acercándonos para aterrizar, ya perdiendo altura que se distinguían las calvas de los viandantes, en ese momento había un aire racheado que parecía el cierzo cuando se levanta con el pie izquierdo. El aire movía el avión de izquierda a derecha con golpes fuertes y el piloto, acto seguido, lo intentaba corregir. Eran golpes violentos como ya decía y según nos acercábamos más al suelo eran peores. Francamente, cuando estábamos cerca del mismo, no se oía respirar a nadie en todo el avión. En este punto cercano al suelo, vino una racha más violenta todavía. El piloto dio un acelerón y ahí pensé que su intención era volver a subir y probar suerte más tarde. Las oscilaciones del avión eran demasiado bruscas. De repente, soltó el acelerador, bajó como 10 metros en un plis y tocó suelo de mala manera. Una nueva ráfaga de viento golpeó el avión antes de que la rueda delantera tocara el suelo y las migraciones gonadienses gargantiles se contaron a docenas entre el pasaje. Por fin posó la rueda delantera justo cuando el viento cesó. Entonces pisó el freno como si quisiera despellejar la pista. El viento golpeó el avión con tal fuerza mientras íbamos tan rápido que la imagen que me vino la cabeza es que acabaríamos cruzando la aeronave por la pista como un coche de rally en gravilla. El avión se balanceaba tanto que parecía que iba a perder la tracción con las ruedas izquierdas como si fuera a volcar. Finalmente paró, momento en el cual se oyó un suspiro sincero y tan al unísono que no me quedó claro si fuimos los pasajeros ó el piloto por el altavoz. Por supuesto la gente aplaudió e incluso alguno se dejó llevar gritando “¡Piloto, Olé tus c****es!” (puede que fuera yo, no lo recuerdo). En resumen, el peor aterrizaje de mi vida pero la sensación de librase por los pelos no tiene precio.

Esa noche la tenía que pasar en el aeropuerto, así que nada más bajar del avión miré a ver que tal estaba el aeropuerto de Ciampino. ¡La primera en la frente!. Salí y vi la sala de llegadas. Sería de unos cien metros cuadrados, con lavabos, tiendecitas de comida y otros servicios. Estas cerraban a las diez. No hay problema me dije. Voy a buscar el área de salidas. Fui para allí y una maravilla. Era mucho más grande, con máquinas expendedoras, etc. ¡La segunda en la frente!. Vi una cartel en todas las puertas: Zona de salidas cerrada de 12 a 04h. “Chachi, a dormir al cuchitril de Joe”. Como no me hacía ninguna ilusión, por allí anduve deambulando en la calle a la fresca hasta la una de la mañana. En la sala de llegadas había como 50 personas durmiendo por el suelo y, en medio de todos, una panda de gilipo**** que no paraban de dar voces supongo que por alguna lesión cerebral. A las dos de la mañana ya estaba lo suficientemente cansado de deambular y me busqué un rincón detrás de unas máquinas al estilo “21 días” cuando a Samanta Villar, la prota, le dio por vivir en la calle y un sintecho le enseñó el truquito de esconderse detrás de las máquinas en el aeropuerto de Barajas (para que luego digan que la tele no enseña cosas útiles). Me puse la música y a dormir sobre la toalla de Decathlon, la de 2mm de grosor, hasta las cuatro de la mañana. A las cuatro entró una pulidora de suelo y echaron a todos los tirados para limpiar. Yo me salvé por estar semiescondido pero el ruidito que producía era de lo mejor que han inventado para no dormir. (Efectiveness ratio del 95%) Resumen: dormí unas cuatro horas. A las 8 arriba que toca ver Roma.


LA HISTORIA

Roma es la actual capital de Italia. Situada en la región de Lacio, atravesada por el río Tiber y a orillas del mar Tirreno (bueno a 20km). Por cierto, hablando del mar este, lo quieren privatizar y si no eres romano tendrás que pagar una tasa por bañarte. La población de Roma es de 2,500,000 habitantes pero si se tienen en cuenta las del área metropolitana, la cifra sube hasta los 4,5 millones. Roma es también la capital del catolicismo y en su área está incluida el estado del Vaticano. No se sabe con certeza de donde proviene el nombre de la ciudad. Dice la gente que proviene de la leyenda de su fundador Rómulo pero lo más seguro es que este señor nunca existió, sino que lo inventaron precisamente para explicar el nombre de la ciudad con una historia más misteriosa. Otra teoría es que Roma significa “ciudad sobre el río” (Tiber). Sea como fuere, la fecha de origen de esta ciudad también es desconocida. Si hacemos caso de lo que los antiguos romanos dicen, su fundación fue en el 753 a. C.. Sin embargo, se han encontrado restos más antiguos. Esto resulta porque, como ya he mencionado, los romanos querían darle misterio a su ciudad y la rodearon de leyendas. No querían que la gente supiera que Roma surgió de un conjunto de aldeas de cabras que creció mucho y se expandió. Bueno, voy a centrarme en contar mi experiencia. El que quiera saber datos técnicos que le pregunte al Sr. Google que sobre Roma se han escrito mil libros y si no, no termino en la vida.


CURIOSIDADES

Aunque estuve tres maravillosos y matadores días en Roma, no vi casi nada. Esto es debido a mi estilo inconfundible para hacer turismo basado en ir despacito pero disfrutando cada momento y detalle. También es debido a la confianza en mi juventud y potencial, esto es, soy joven y me va a tocar la lotería un día de estos (el día que juegue seguramente) así que como tengo toda la vida por delante para viajar no merece la pena matarse de más. Se que mucha gente no compartirá esto conmigo así que, les sugiero que se abstengan de “turistear” conmigo.

Me gustaría recomendar a la gente que se lo pueda permitir (unos 50€/día) que alquile una scooter ó una vespa para desplazarse, en la propia estación de Termini está el negocio de alquiler posiblemente más barato y conveniente. El caso es que andar por Roma es una paliza, los adoquines acaban matando, pero bueno, merece la pena ver la ciudad aunque sea a costa de unas ampollas. Por otro lado, el metro no está mal. Existen dos líneas, una que cruza la ciudad de norte a sur y la otra que la cruza de este a oeste y que tiene una parada cerca de cada monumento famoso (más ó menos). En el metro hay que tener cuidado con la estación de Termini por dos razones. La primera es que no se que narices pasa pero si quieres ir de una linea a otra tienes que dar una vuelta descomunal, en serio os digo que mínimo pierdes entre 10 y 15 minutos caminando y subiendo y bajando escaleras como las cabras. O está mal hecha ó está mal señalizada porque me pasó 3 veces y la primera pudo ser culpa mía pero las siguientes no, ya que iba ya escarmentado y me fijé en los carteles mejor que lo que se fija uno en el saldo de la cuenta cuando te pagan a fin de mes. La segunda razón es que, al ser la conjunción de las dos lineas, más trenes y autobuses, siempre está llenísima de gente. En las demás estaciones no hay problemas de congregaciones. Me gustaría mencionar un aspecto en el que España e Italia se parecen mucho, a la hora de subirse al transporte público se hace en modo “a tropel y sálvese quien pueda”. Esto me lleva a otra pregunta que me ronda la mente siempre que veo esto, es básicamente la misma que con los aviones. ¿No se da cuenta la gente de que si no permiten primero a la gente bajar del tren no se puede subir cómodamente y que hasta que no se baja el último del tren y sube el último pasajero y se despeja el andén el tren no va a moverse? Esto debe ser algo social también. Pensaréis que exagero pero no es así y lo siguiente no me lo estoy inventando. En plena hora punta, cuando el metro de Termini está a tope y un poco más, había empleados al más puro estilo japonés empujando a la gente para llenar los vagones hasta límites insospechados.

Mapa del metro por si os hace falta, las líneas de metro son la azul y la naranja.


También a tener en cuenta, en Termini sobre todo, es que en las máquinas expendedoras de billetes se ponen CARADURAS para sacarte ellos el billete cuando es completamente innecesario porque la máquina está en varios idiomas y básicamente es darle dos toques con el dedo y meter la moneda. En fin, que se te adelantan, le dan dos toques, esperan que metas tu la moneda con una sonrisita y te piden de paso el sueldo por su titánico esfuerzo. Si no les das te ponen mala cara y juran en arameo. Vamos, son básicamente gorrillas de máquinas expendedoras pero con la ventaja de que no te pueden rallar el coche cuando te marches. Hay bastantes mendigos en Roma, se ve que la crisis está muy presente y como es una ciudad cálida y con mucho turista sobreviven bien. Yo creo que muchos de ellos son mendigos profesionales, es decir, que trabajan sacándoles los cuartos con horario fijo semanal a la gente de buen corazón. No os fiéis. Tampoco os fiéis de determinada gentuza, fácilmente reconocibles porque se les ve en la cara, que se dedican al hurto en la estación de Termini pero ya en la parte de los trenes. Fui testigo de como un policía las conocía (eran mujeres) de otras veces y literalmente las mandó donde amargan los pepinos con peores palabras que las mías. Dicho esto, y recordando que no es nada que no se vea en las grandes ciudades españolas, quiero recalcar que el resto de los italianos son muy amables y simpáticos.

Me gustaría recomendar el B&B donde me alojé, se llamaba B&B Cleopatra y ha sido abierto recientemente, todo está nuevo, tele, aire acondicionado (imprescindible en los veranos romanos), baño en la habitación, desayuno inmenso cada día y a cualquier hora, a 2 minutos del metro “Pirámide” en la Plaza Ostiense y, lo mejor de todo, es que como lo acaban de abrir, los precios son ridículos para todo lo que ofrecen.


LOS MONUMENTOS

El Coliseo
Sin duda alguna, cuando se habla de Roma, la imagen que viene a la cabeza de cualquiera es el Coliseo, si no, es porque será de la L.O.G.S.E y lo siento por ellos. El Coliseo, como su propio nombre indica es colosal. Según salí por la boca de metro que lleva su nombre, me encontré de frente con “la parte buena” del mismo y en ese momento es cuando alucinas con los romanos antiguos. ¡Vaya espectáculo!. Si esto es así ahora, ¿cómo sería en pleno apogeo de Roma? ¿Cómo sería con los revestimientos de mármol y las 80 estatuas a los dioses, una por cada arcada?. Un poquito de historia. Construido en 8 años por los prisioneros hebreos fue inaugurado en el año 80 de nuestra era. Al principio fue llamado Anfiteatro Flavio, aunque el saber popular le cambió el nombre con el tiempo. El aspecto derruido que tiene no es debido solamente a los terremotos ó a la guerra contra los normandos como mucha gente piensa. Si no que, desde la invasión normanda, quedó abandonado y la gente empleó gran parte de sus ladrillos en construir casas dejándolo pelado. Se dice que se podía haber construido toda una ciudad con los ladrillos que contenía en origen, así que, deduzco que media Roma contiene ladrillos colosales en este momento. Con sus 50m de altura y sus 188m por 156m de la elipse exterior, ahí donde lo veis y hace casi 1500 años, cuando llovía disponía de un sistema de poleas mediante el cual, con la fuerza de 80 marineros de la Flota Imperial, desplegaban una enorme tela que resguardaba del aguacero la gradería, la cual, se calcula podía albergar hasta 73.000 personas. Eso sí, necesitaban la ayuda del hombre del tiempo porque la operación de desplegar el toldo duraba 4 días. Fijaos la grandeza y la tecnología que albergaba que incluso tenía la capacidad de ser inundado en poco tiempo para representar batallas navales en su interior (naumaquias). Hoy en día, se organizan visitas al interior, si no recuerdo mal, por 20€ los adultos, motivo por el cual yo me la salté ya que lo había visitado hace años. Dentro se ve un poco demacrado, se ve todo el esqueleto de lo que eran los sótanos donde se encontraban las jaulas de las fieras y de los gladiadores, ya que, de la arena no queda nada.

El coliseo por fuera y por dentro


El Arco de Constantino
Justo al lado del Coliseo y a las puertas del Foro Romano, se encuentra el Arco de Constantino, de gran tamaño y belleza sorprende lo bien cuidado que está si lo comparamos con otras esculturas romanas más deterioradas (los foros sin ir más lejos están echos migas). La curiosidad e importancia de este monumento viene del hecho de que este arco, del año 312, fue construido con partes de otros arcos y monumentos, por lo que, se considera un museo en si mismo.


Los Foros
El Foro más cercano al Coliseo es el Foro Romano, también es el más grande. Foros en sí hay a patadas, concretamente en ese espacio hay cinco: Foro Romano, Foro Trajano, Foro de Julio César, Foro de Augusto y el Foro de Nerva. En cada uno hay mil cosas por ver entre palacios, templos, arcos, bibliotecas, termas, mercados, etc. Eso sí, pocas cosas son reconocibles porque están derruidas desde hace 1.000 años. Personalmente creo que mejoraría mucho el turismo en la ciudad si lo reconstruyeran aunque se destruyeran pruebas arqueológicas (ya debería quedar poco por remover). De todos los foros no voy a decir nada, sólo voy a mencionar el de Trajano, que se llamaba Trayano y es amigo mío por ser nacido en lo que ahora es España. Este emperador se encargó de conquistar Dacia (Rumanía hoy en día) y para recordarlo construyó el foro que lleva su nombre. De él lo más destacable es la Columna que, tras 19 siglos, sigue en su sitio y en perfecto estado de conservación. Es una columna hueca por cuyo interior se puede subir hasta la cima mediante una escalera de caracol. Toda la columna esta esculpida por el exterior narrando las batallas que se llevaron a cabo para conquistar Dacia y, por lo que se ve, son fieles los testimonios.

Foro de Trajano y su Columna.
Detalles de la Columna de Trajano

Foros, no sé cuales.


La Piazza Venezia
Llamada así por contener el Palacio Venecia de 1.455, no es este palacio lo que más destaca de ella. Lo que más destaca, sin duda alguna, es el Monumento a Víctor Manuel II, un enorme edificio blanco con forma de Templo y que costó 20 años realizarlo. Sus medidas: 135m de ancho y 70 enormes metros de altura. A sus pies, descansa el Altar de la Patria donde descansa la estatua al soldado desconocido. En el centro de la plaza hay una glorieta de césped que, aunque no esté hecha para eso, se puede convertir en un sitio perfecto para sentarse a admirar descomunal monumento.

Monumento a Victor Manuel II y tumba del soldado desconocido


La Pirámide Cestia
La Pirámide Cestia está situada al lado de la Puerta de San Pablo. De hecho forma parte de la Muralla Aureliana al igual que dicha puerta. Ambos están en el Piazzale Ostiense y merecen la pena al menos un vistazo. No os dejéis engañar por la apariencia de la Pirámide. Parece que está muy bien conservada y esto induce a pensar que la habrán hecho hace 15 minutos. Pues no. Esta pirámide lleva en ese mismo sitio desde el 53 a.C. Si si. 2.040 años. Su secreto reside en que, aunque la hicieron de ladrillo, la recubrieron de mármol y la erosión no ha hecho mella en ella. Sus medidas: 30m de lado por 40 de alto. La leyenda, hay muchas en Roma, dice que es la tumba de Rómulo. Cosa harta difícil cuando ese señor seguramente no existió. Lo que si es seguro, es que es la tumba de Cayo Cestio (con ese nombre y si además fue feo, debió pasarlo fatal en el instituto “Hey mira, ahí viene el Cayo malayo”). Según las inscripciones que tiene grabadas, a parte de decir que “Aquí yace Cayo Cestio” también explica cómo la construyeron y en cuanto tiempo. ¿Adivináis? Pues 330 días. Mucho más eficiente que los egipcios, aunque también es mucho más pequeña y, los ladrillos son fáciles de mover, por lo que, no hace falta la ayuda de los extraterrestres...

Pirámide de Cestia y la Puerta de San Pablo


El Vaticano
Como todo el mundo, salvo quizá los “logsianos” sabrá (si, hoy me ha dado por ir en vuestra contra.... lo malo es que creo que yo también estudié eso...), el Vaticano es un estado independiente y chiquitín chiquitín, gobernado por la iglesia y protegido por los bufón**, digo, por la Guardia Suiza (trabajo de vocación). Se encuentra más o menos en medio de Roma y, por lo tanto es de obligada visita. Más aún si tenemos en cuenta que es de lo mejor conservado y de lo que más riquezas culturales posee. Mi objetivo era claro. Quería ver la Capilla Sixtina. La razón, a parte de por ver las pinturas de Miguel Ángel porque, perdóneme Dios la herejía, en un video juego en el que encarnaba un asesino, entré allí mismo por el 1.503 (más ó menos) en misión secreta de matar al Papa. No os escandalicéis, que se trataba de Rodrigo de Borgia (el Papa Alejandro VI para los amigos), el cual, además de español, era un pieza de los de darles a comer a parte. Si lo que he leído sobre él es cierto, matarle era poco aunque al final, le perdoné la vida. Bueno, al hilo. Si queréis visitar la Capilla Sixtina, tenéis que ver por narices los Museos Vaticanos, ya que se accede a través de ellos. Un consejo, comprad el ticket de entrada por internet antes de ir. Si no, podéis tiraros muchas horas en la cola. El precio online era de unos 16€.

Entrada a los Museos Vaticanos.

Patio interior de los Museos Vaticanos

Guardia Suiza del Vaticano


Una vez dentro de los Museos Vaticanos, lo que vais a querer es salir. Gente a cascoporro haciendo fotos hasta a las cucarachas y merchandaisin por todas partes. A tener en cuenta que no hay aire acondicionado y hace un calor considerable en verano y más entre tanta gente. Me gustó muchísimo la rampa de acceso en forma helicoidal con grabados en las paredes, echad un vistazo (seguro que lo haréis). También son muy bonitos los jardines. El museo en si no está mal, esculturas tremendas de Dioses y santos (¿qué pintan antiguos dioses romanos en el Vaticano?), pinturas, frescos y joyas. Si hay cien millones de turistas pues hay mil millones de pinturas, están pintados hasta los enchufes y seguro que también están pintados los agujericos por dentro. Todos los cuadros son preciosos pero, cuando ves tantos juntos no aprecias nada de nada. Se produce el “Efecto animadora inverso”, véase, que de tanto ver belleza por todas partes, al cabo de un tiempo empiezas a ver defectos en los cuadros donde no los hay, llegando incluso a decir, “vaya cuadro más feo, mira que cabezón tiene ese” y cosas por estilo mientras que, si tuvieras ese mismo cuadro, en una pared de tu casa, alucinarías día si y día también. Este mismo problema se da en la Capilla Sixtina, de la que me quedo con el fresco tremendo y espectacular de “El juicio final” y por supuesto el mítico de “La creación del Hombre”. El resto están bien pero estos dos, ya sea por su fama o por su posición privilegiada, se llevan la palma. Una curiosidad sobre la Capilla Sixtina, dentro hay como un gritón de personas, está prohibido hacer fotos y hablar, eso sí, los guardias italianos si que pueden gritar para pedir a la gente que se calle. Incoherencias de la vida. La capilla la diseñaron inspirándose en el templo de Salomón y, por dentro muy bonita, pero por fuera es más fea que una nevera por detrás. Algo que poca gente sabe es que en ella se eligen a los papas cuando el anterior ha muerto. Es broma, se que lo sabe todo el mundo. Lo que tal vez no sepa todo el mundo es que las reuniones son super secretas (cónclaves) y en teoría sólo los cardenales pueden entrar. Digo en teoría porque a cada cardenal le corresponde el servicio de un criado, salvo si está enfermo. Y otra curiosidad más sobre los museos vaticanos en general, los que hayáis visto la película “Ángeles y demonios” ya lo sabréis. La mayoría de las estatuas han sufrido erosión en un lugar concreto. Se trata de “la gran castración del Papa Pio IX” quien consideró que los atributos varoniles de las esculturas incitaban a la lujuria. Cogió un cincel y se dedicó a destruir pirulinas. Posteriormente a la mayoría se les añadieron hojas de higuera de escayola para tapar el destrozo.

Escalera helicoidal de los Museos Vaticanos

Parte de la Capilla Sixtina

"La creación del hombre" por Miguel Ángel

"El juicio Final" por Miguel Ángel


Basílica de San Pedro
La historia de esta iglesia viene de lejos. Concretamente del año 67 d.C. Todo comenzó en el Circo de Nerón (construido años atrás por Calígula). No penséis ni en payasos ni en trapecistas, aquí la atracción principal era la de matar cristianos de formas horrendas (se puntuaba la originalidad y crueldad) y, afinando más hacia el cristiano que nos interesa, fue en dicho circo y en dicho año, cuando el apóstol Pedro fue crucificado boca abajo. Con el tiempo, en ese mismo punto ahora se yergue la Basílica que lleva su nombre. Hace 2.000 años, la colina donde todo ocurrió, era un lugar catalogado como insalubre e inhóspito por ser pedregoso e impracticable. Tras la muerte de Pedro y posteriormente la de Nerón, el circo desapareció y las facilidades para los cristianos fueron creciendo. Se les permitió tener “de cierto modo” sus propios templos paganos. Fue así como empezaron a construir un templo en honor a San Pedro y, poco a poco, fue creciendo. Pasaron 250 años hasta que el emperador Constantino declaró el cristianismo como la religión oficial de Roma. Fue entonces cuando comenzó el verdadero auge de la colina del Vaticano cuando ordenó adaptar el terreno y convertirlo en explanada. En 1.968 y tras infinitas pruebas científicas y estudios arqueológicos, el Papa Pablo VI declaró que “las reliquias de Pedro han sido identificadas de tal forma que podemos considerar convincente”.

Basílica de San Pedro

Parte de la Columnata de Bernini

Vista de la ciudad desde lo alto de la Basílica

Vista de la Basílica desde la plaza


La Basílica de San Pedro, tal y como la conocemos hoy, se comenzó a construir hace 500 años por encargo del Papa Julio II. Fueron necesarios 176 años para terminar la obra (problemas con la cúpula). El cuerpo de la Basílica mide 40 metros de altura que impresionan muchísimo por fuera y por dentro más incluso. Sin embargo, lo más destacable es la cúpula de 92 metros de alto. La cúpula fue diseñada por Miguel Ángel a sus 70 años de edad. No es lo único que aportó a la Basílica. En su interior se encuentra una de sus mejores y más bellas esculturas, “La Pietat”, la cual esculpió a la edad de 24 años. Si te sitúas frente a la basílica, hay otras dos cosas que no puedes dejar de admirar. Por un lado la columnata del napoletano Bernini que simula los brazos del templo abrazando a los fieles. Y, por otro lado, el inmenso obelisco que hay en el centro de la plaza y que fue levantado con la ayuda de la fuerza de 900 hombres. Bernini fue un gran colaborador en este templo, aportando esculturas, bajo relieves y, lo más famoso de todo, el Baldaquín, construido sobre el altar mayor y este, a su vez, sobre la tumba del apóstol y, todo ello, bajo la inmensa cúpula.

Baldaquín de Bernini sobre los restos de San Pedro, en su interior está el altar mayor.

"La Pietat" de Migel Ángel


Basta de historia, ahora toca alguna vivencia. Saltándome la parte de que cuando estás delante se te cae la baba y que cuando estás dentro alucinas en colores. Cosas curiosas ocurrieron. Lo primero es que si queréis visitar, este o cualquier otro templo en Roma, tenéis que llevar una vestimenta “decente”. Es decir, nada de pantalones hipercortos, mínimo por debajo de la rodilla. Así mismo, nada de camisetas de tirantes. Los hombros no pueden estar descubiertos. Otra cosa curiosa la observé una vez en el interior. Dentro había mil personas, la mitad haciendo fotos ó videos y la totalidad de ellos hablando para comentar lo bonito que era, lo bueno que estaba el helado que habían tomado ó lo guapo que soy. El motivo es lo de menos. Lo importante es que todos hablaban. Lo curioso no es que la gente hablara, lo curioso fue cuando vi a un turista, que viajaba solo, hablar por teléfono móvil sin molestar a nadie y sin elevar la voz. Se le acercó un cura y expresamente le hizo colgar el teléfono. ¿qué narices pasa con el teléfono? ¿acaso las ondas del aparato interfieren los rezos? No lo entendí.

Antes de salir de la basílica observé una inmensa placa de mármol en la que están todos los nombres de los papas grabados. Busqué a Benedicto XIII, el Papa Luna (el de Illueca), pero no hubo forma de verlo, al parecer sigue declarado malévolo.


El Castel Sant'Angelo
Del Vaticano sale una muralla de ladrillo de tamaño considerable. Es un “camino privado” que lo comunica con el Castel Sant'Angelo. Su nombre, “Passeto di Borgo”. La escusa oficial para su construcción era que en caso de invasión, los pontífices podrían escapar de forma rápida hasta la fortaleza. Sin embargo, seguro que lo usaron más veces para no perder el tiempo ni mezclarse con la gente de a pie.

Parte del Passetto del Borgo

El Castel Sant'Angelo está situado a la orilla del río Tiber. Fue construido entre el 135 y el 139. Originalmente fue el mausoleo del emperador Adriano y ya por aquel entonces era un edificio impresionante. Sin embargo, conforme pasaron los años, le fueron introduciendo mejoras y fortificaciones (sobre el año 400 especialmente) hasta dejarlo como lo conocemos ahora. No fue hasta el siglo XIV cuando el Vaticano comenzó a usarlo como residencia papal. El nombre de Sant'Angelo surgió a raíz de que en el año 590, durante una procesión para implorar a la Virgen que cesara una peste que asolaba Roma, apareció un ángel y se posó en la cúspide del mausoleo y envainó la espada en señal de que cesaría la peste. Hoy en día hay una enorme estatua que representa dicho ángel en lo alto del ahora castillo (desde el siglo X es castillo). Como buen castillo que es, está rodeado de un foso que, visto en planta, tiene forma pentagonal y que hoy en día está adornado con jardines. Sorprende la forma circular del cuerpo del castillo y sorprende más aún su buen estado de conservación (da gusto ver las cosas cuidadas). Está abierto al público por un módico precio que no recuerdo. El castillo tiene cuatro plantas. En la más alta están las estancias papales, los salones de reuniones y esas cosas lujosas de los castillos. En la planta baja se encontraban los calabozos donde se encerraban a los herejes más destacados que luego solían ser ejecutados en el pequeño patio interior del castillo bajo supervisión directa de los pontífices. Eran otros tiempos menos políticamente correctos. Fue aquí donde encerraron durante 8 añitos al famoso napoletano Giordano Bruno por defender la pluralidad de los sistemas solares y el heliocentrismo. A este lo quemaron en otro lado, en el Campo de' Fiori.

Castel Sant'Angelo y el Puente del mismo nombre

Escultura del ángel en la cúspide. Hecha en bronce, sustituyó a la original en mármol


Justo delante del castillo se encuentra el precioso Puente de Sant'Angelo, el cual, tiene una pareja de hermosas esculturas de ángeles (12 en total) por cada pilar. El puente lleva a la parte “más romana” de la ciudad y, desde él, se puede tener una panorámica increíble del imponente castillo. También desde este puente se puede observar, a lo lejos pero sin esfuerzo, la Basílica de San Pedro y la cúpula de Miguel Ángel.

Más o menos la vista de La Basílica de San Pedro desde la zona del puente de Sant'Angelo.


La Piazza di Spagna
Para llegar a la plaza desde el Castel de Sant'Angelo, recorrimos durante unos metros la orilla del Tiber aguas arriba. A la altura del Palacio de Justicia, nos desviamos hacia el centro por las callejuelas romanas. Las típicas adoquinadas y estrechas calles con restaurantes, tiendecitas nonagenarias y numerosas fuentes que nacen de las esquinas de las propias casas. No tardamos mucho en llegar a la Vía Condotti. Esta calle es famosa en roma por ser la que reúne las tiendas de moda más caras de la ciudad. Gucci, Armani y otras muchas de nombre no tan conocido pero de precios igualmente desorbitados. Al final de esta calle se encuentra la Plaza de España. Concretamente vas a parar al centro, delante de la hermosa fuente “barcaccia” de Bernini y, justo detrás de la fuente, la mítica escalinata que salva la colina hasta llegar a la iglesia de la Santísima Trinità dei Monti que se erige allí desde hace más de 500 años.

Palacio de Justicia

La fuente Barcaccia de Bernini

Vista de la escalinata y la iglesia.


La Fontana di Trevi
Para llegar a esta mítica fuente lo más aconsejable es, si vienes de lejos, utilizar el metro hasta la parada de la plaza Barberini. La parada está a unos 5 minutos pero andad con cuidado porque las indicaciones no sobran y si no preguntáis ó lleváis un mapa es fácil dar un rodeo. Precisamente en este trayecto y concretamente en la plaza Barberini, se pueden observar la Fuente de las abejas de Bernini y la más bella y famosa todavía Fuente del Tritón, ¿adivináis de quien? Si, de Bernini alias “el cañerías del Trastévere “ y “el terror de los aguadores y el mejor amigo del sediento”. Ahora me ha venido la paranoia y no puedo dejar de imaginarme a Bernini frente a un cobrador de impuestos del agua diciendo: “No puedes pasar. Soy siervo del agua subterránea, administrador de los manantiales de Tritón. Tus impuestos oscuros son en vano. ¡Pistola de agua!. ¡Regresa a la sombra!. ¡¡NO PUEDES PASAR!!”. Si, lo se, he mezclado al grandioso Mithrandir (Gandalf para los amigos) con el pokemon Squirtel. También es suya la impresionante Fuente de los cuatro ríos, la de Neptuno, la del Gigante y seguro que muchas más.

Fuente del Tritón de Bernini en la plaza de Barberini
Fuente de las Abejas en la plaza de Barberini

Fuente de Neptuno de Bernini

Fuente de los cuatro ríos de Bernini en la plaza Navona.

Fuente del Gigante de Bernini

Fuente del Moro de Bernini


Volviendo al hilo, la Fontana di Trevi fue diseñada en gran parte por el incansable Bernini (si, lo se, está en todos los ajos, ¿entendéis ahora el chiste anterior?) aunque fue Salvi quien la terminó casi un siglo después. La fuente es espectacular y el agua brota por doquier. Como ya sabréis la fuente tiene leyenda propia aunque creo que a día de hoy está un poco distorsionada por el boca a boca y se presentan 3 versiones. Una dice que si lanzas una moneda se te cumple un deseo y que cuanto mayor sea el valor de la moneda, más rápido se te cumple. Otra dice que si lanzas una moneda regresarás algún día a la fuente (esta puede ser la correcta porque yo lancé hace 10 años un duro y por fin he vuelto). La última, que parece más creíble, dice que si bebes el agua de la fuente, algún día regresarás a Roma, nada de monedas. Sea la que sea, lo que si es seguro es que el ayuntamiento de Roma se pone las botas con los ingresos de la fuente, los cuales, recogen cada noche para evitar a los listillos de turno. Ahora os cuento la verdadera, o mejor dicho, original leyenda de la fuente y que creo que pocos conoceréis y que dice:
Hallándose en el campo los soldados Agripa, cuando apretaba la sed del regimiento y necesitaban encontrar un suministro de agua, hallaron a una muchacha que gentilmente les guió hasta el manantial de este agua purísima, por lo que fue llamada “Virgen”
¿Esperabais algo más emocionante verdad? Yo también, creo que es de las leyendas más sosas que he escuchado en mi vida pero como he perdido mucho tiempo en encontrarla os la pongo para compartir mi frustración. Mal de muchos...

Fontana di Trevi


Es típico el comprarse un heladito en las varias heladerías que hay alrededor de la fuente y por supuesto es más típico el hacerse una foto con la fuente. Si no tenéis cámara (y si la tenéis también), encontraréis doscientos cuarenta y siete paquistaníes armados con unos trastos camarográficos psicotronadores de partículas sacados de otro mundo y que te ofrecerán cansinamente el hacerte la foto por norecuerdocuanto. La gracia de sus cámaras es que tienen el objetivo modificado y entra toda la fuente en el encuadre y, además, la imprime en el acto.

Si tenéis algún problema, alrededor de la fuente siempre hay al menos una pareja de carabinieri ó de policías para controlar que todo vaya bien entre tantísima gente y de paso evitar algún chapuzón espontáneo como en la película de hace 50 años con la rubiacona americana aquella (Anita Eckberg en "La Dolce Vita"). Ahora mismo no recuerdo a qué cuerpo pertenecían pero se que no es lo mismo uno que otro.

Fontana di trevi


Piazza del Popolo
Al igual que para ir a la Fontana di Trevi, para ir a la Plaza del Popolo lo más recomendable es utilizar el metro. Lo gracioso es que, aunque la boca del metro está en las puertas de la plaza, desde donde te apeas hasta la salida puedes andar fácilmente diez minutos por túneles subterráneos. Lo bueno es que al menos estos túneles son más bonitos y menos lúgubres que los de Termini.

Piazza del Popolo


La plaza en sí no tiene mucho misterio en cuanto a historia se refiere. Apenas tiene dos siglos. Lo que si es famosa por tener una simetría perfecta y por ser grande de narices. A ambos lados tiene sendas fuentes y detrás de una de ellas, hay una gran escalinata que sube una colina ajardinada hasta la terraza de Pincio, desde la que se puede observar toda la plaza. En el centro de la plaza está situada el segundo obelisco más antiguo de Roma (24 metros mide sin contar el pedestal con el que se va a 36m) rodeado por cuatro fuentes. Dicen algunos que los obeliscos tienen algo que ver con la psicología humana y que suelen tener alguna relación fá**ca. En la siguiente foto queda claro que entre el obelisco y las iglesias gemelas de Santa María en Montesanto y Santa María de los milagros, algún arquitecto socarrón buscó la gracieta.


Vista de la plaza desde la terraza de Pincio

Combinación entre el obelisco y las iglesias gemelas.

Aquí os dejo un video que monté con algunas de las cosas que vi. Lo siento, se me olvidó grabar más.


http://www.youtube.com/v/uXfUhuPBqzU?fs=1&hl=es_ES



APARTADO GASTRONÓMICO

Aunque estuve 3 días enteritos en Roma, poco puedo decir de su gastronomía. Prácticamente todo lo que comimos lo preparamos nosotros mismos. Roma en si es una ciudad cara y los restaurantes no entraban en los planes. Lo que si es barato y de excelente calidad es el café. Por menos de 1€ se puede tomar el mítico “expresso” (a ver, no en todos los sitios, no quiero demandas si os metéis en el Palace de Roma y os sablean 5€). Ese café negro como el sobaco de un grillo y que se prepara en una cucharada de agua, esa subida de cafeína instantánea que no sabes si te lo has bebido ó te han disparado. ¡Rico, rico!

Hablando de café. El capuccino no suele ser muy bueno en Italia. No se si lo dije ya alguna vez por aquí pero, el capuccino, a pesar del nombre y de lo que medio mundo piensa, no es un invento italiano. De hecho se inventó en Austria. ¿Sorprendidos?. Según la leyenda, después de la Batalla de Viena de 1683, los vieneses prepararon café usando los sacos abandonados por los turcos y, para suavizar su fuerte sabor, añadieron crema y miel, obteniendo un color similar al del hábito de los capuchinos. La bebida siempre ha sido conocida por su nombre italiano. Es cierto que en Italia también había monjes capuchinos a punta pala, de hecho tienen un macabro cementerio en la plaza Barberini de Roma, pero estos eran otros menos inventores. ¡Que bueno era el capuccino en Viena!, lo siento Italia pero tenía que decirlo.

Por otro lado, el helado es excelente aunque, eso sí, se paga. Por cualquier calle de Roma (y casi podría decir de Italia) encontraréis heladerías excelentes. Un consejo, no os decantéis por las heladerías que tienen los helados en el mostrador muy bonitos. Me refiero así como grandes montañas de colores que se elevan mucho más que su propio recipiente. No me quedó clara la razón pero es consejo directo de un autóctono y esos consejos son los que hay que seguir siempre.

Algo diferente que sí probé fue un bocadillo (saltinbocca se llama) de los que venden también en cada esquina de Roma. Básicamente era de un pan parecido a la chapata, pero muy diferente en sabor, mozzarela, tomate natural y lechuga. Estaba muy bueno pero los 4€ que costó pueden parecer excesivos.

Saltinbocca

Prácticamente todas las demás comidas fueron sándwiches de Prosciuto di Parma con queso curado Gran Padano. El prosciuto di Parma viene siendo como el jamón serrano pero más ahumado (muy bueno) y el Gran Padano es simplemente delicioso, parecido al parmesano pero más económico.

El último día de estancia en Italia, por hacer tiempo antes de ir al aeropuerto. Esperé en la cafetería de la empresa que me llevaba, por cierto, la recomiendo. Se llama Terravision y por 4€ te lleva Termini-Ciampino. Se puede comprar el billete online aunque el precio es el mismo en taquilla y sale uno cada media hora en teoría, porque en la práctica no son tan serios (roman style). Como decía esta compañía tiene una cafetería (Cafeterravision) situada en su propia parada en el mismo Termini. Allí podéis comprar el billete y, por supuesto, comer. Está muy bien porque hacen menú del día que por lo que vi suele ser un plato grande de pasta bien rica y bebida, todo por 4€. Si queréis algo diferente lo preparan, pero vamos, que la pasta, aunque me imagino una olla industrial en la cocina, estaba bien buena.

CONCLUSIÓN
Bella Roma, merece la pena, eso sí, 3 días son insuficientes, puede que un año también lo sea. Si vas, planifica bien lo que quieres ver. Por otro lado me gustaría recalcar mi teoría de que las ciudades del mundo deberían reconstruir las grandes obras de arquitectura aunque tenga 2.000 años. Si Roma reconstruyera el Colisseo, el gigante Anfiteatro y los foros sería mucho más interesante bajo mi punto de vista. Puede que así se perdiera parte del encanto pero se ganaría mucho en otros aspectos.



¡Hasta pronto!


Dejo este video también por aquí. No es mío.



9 comentarios:

  1. ¡que bonita Roma! y las fuentes de Bernini, la de las abejas, pequeñita, me parece encantadora y el agua está buenísima, por cierto.
    Pero una observación. Ya veo que algo bueno tienen los video juegos si hacen que te intereses por una obra de arte, pero Miguel Angel pintó la cúpula y el frontal de la Capilla Sixtina después de que muriese el papa Borgia, quien, además de buena pieza, también fue un gran mecenas, incluso segparece ser que fue él quien llamó a Miguel Angel para arreglar San Pedro, que estaba cayéndose a cachos por entonces. Pero la historia oficial le adjudica el mérito a Julio II, su sucesor. Conocido es lo mal que se llevaban, y a Alejandro VI Borgia, su mala fama hace que no se le reconozcan las cosas que hizo bien. Otro como el papa Luna. aunque en otros aspectos no se parezcan en nada.

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  2. si, eres de la LOGSE.
    muy interesante Roma ;)
    M.W.

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  3. Carmnen, ya conocía ese dato pero se agradecen las aportaciones constructivas. Se que por aquel entonces solo estaban pintadas las paredes con los frescos de Pietro Perugino, Sandro Botticelli y Domenico Ghirlandaio pero si me pongo a decir todas estas cosas no termino nunca de escribir jajaja. De nuevo gracias por la aportación.

    Respecto al Papa, alguna cosa buena tuvo que hacer para llegar a serlo y una vez en el puesto pues también, a mi me preocupan las cosas que hizo en las sombras, de cara al público por supuesto que parecería muy bueno.

    Un saludo!!

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  4. Muy interesante y divertido este blog, no lo conocía, llegué buscando información sobre Viena y me lo he leído entero. Tomo nota para mi próximo viaje que haré el mes que viene.

    Gracias y un saludo

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  5. Muchas gracias Dani, me animan tus palabras a seguir. Que conste que no lo he dejado pero el trabajo me absorve en estos momentos. Si tienes alguna pregunta sobre Viena házmelo saber.

    Un saludo

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  6. que fotos tan buenas, bellísima Roma, gracias por recordarme la Roma Eterna

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  7. qué maravilloso blog, qué recuerdos de Roma, muchas gracias por compartir estas imágenes

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  8. Bastante información ¡¡¡¡¡¡pero una duda: se puede ir caminando de un monumento a otro o las distancias son largas y se debe utilizar el transporte entre los monumentos principales???_(Fontana di Trevi, Pza Nova,Panteón ,Foro Romano,Coliseo????)

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  9. No te sabría decir porque dependerá mucho de tus ganas de andar. Te comento que los suelos adoquinados de Roma cansan bastante los pies, no obstante, se podría dividir en sectores. Es decir, desde el Coliseo puedes andar hasta la Piaza Venezia con el Monumento a Victor Manuel pasando por los foros. Esa sería una etapa, luego vas en metro hasta el Vaticano, visitas San Pedro y puedes caminar sin problemas hasta el castllo de Sant Angelo y luego ir por las callejuelas hasta la Piazza Spagna. Lo que quiero decir es que, todo todo dudo mucho que lo veas sin tomar algún medio de transporte, organízatelo en etapas y por supuesto que tendrás bonitos paseos de un monumento a otro.
    Gracias por leer!
    PD: El metro no está tan mal en Roma y tiene parada en todo lo "importante"

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