SCHNITZEL GIGANTE

Hoy, aunque ha pasado un tiempecito, de hecho, este post debería haber visto la luz el 30 de abril (si, lo se, vergonzosa mi actitud), voy a relatar la historia del Schnitzel legendario. Un Schnitzel que solo aparece cada 100 años para desaparecer casi al instante (este tardó casi una hora pero bueno, una hora frente a 100 años... es un instante).

Tras la vuelta de un viajecito a Budapest, se nos hicieron las siete de la tarde y estábamos sin desayunar por las prisas de no perder el bus, la mochila, etc. Al llegar a Viena M y yo teníamos un hambre acumulada que ya no era hambre, era lo siguiente.

Por cosas del destino, ó más seguramente, por buen ojo para hacer negocios de algún iluminado, justo enfrente de la estación de autobuses se encuentra un restaurante de la cadena SchnitzelHaus (creo que se llamaba así aunque facilmente estoy patinando mentalmente). Como su buen nombre indica, se dedican especialmente a preparar Schnitzeles.

¿Qué es un Schnitzel tito Chusé? preguntaréis. Pues bien, un Schnitzel viene a ser una comida muy típica en Austria y es un filete empanado en su versión más básica y un Superfilete empanado según vas subiendo al tope de gama, llegando incluso a haber algunos con ESP y ABS (ESPecias y Algo Bueno y Salado).

Nada más entrar al establecimiento te percatas de que no estás en un sitio de comida rápida cualquiera. Se parece a un McDonalds en que está limpio y se diferencia de ellos en que aquí SI sirven comida (chúpate esa payaso).

Fue fácil decidirnos, el estómago no nos dejaba elegir otra cosa que no fuera lo más grande del restaurante. Así lo hicimos con la idea en mente de no cenar ya. De paso, como el Schnitzel es mucha carne, por hacerlo más saludable pedimos una ensaladita de patata (típica también y muy rica por cierto).

Nos sentamos y esperamos como pudimos nuestra comida. El tiempo pasaba despacio hasta aburrir, el hambre nos estaba consumiendo y el olor de la comida del restaurante nos estaba volviendo locos. Luchábamos por no robarles la comida a unos chiquillos que disfrutaban de la suya a pocos metros.

De repente, un ángel en forma de pakistaní ó turco ó mezcla de ambos qué se yo, apareció con un gorrito verde en lugar de una aureola y con la cara sudada de las freidoras en lugar de rayos divinos (aunque brillaba bastante por la grasa) y con amable gesto pronunció unas palabras en alemán que a mi me sonaron a "Tomad y comed, pobres criaturas del señor". En cada mano llevaba un plato que bien podría usarse como bandeja, creo que eran más grandes que los platos de las pizzas que utilacé yo cuando trabajaba en el restaurante. INMENSOS.

Concretamente, el Schnitzel especial este se hace del siguiente modo:

1. -Filetes de pollo o cerdo (a elegir), formando una base de tamaño adecuado (aquí yo creo que había como 3 ó 4 filetes solo para la base.
2. -Jamón de york hasta cubrir la segunda capa.
3. -Queso en lonchas para una tercera capa generosa.
4. -Jamón de York de nuevo.
5. -Cerramos con otros 3 ó 4 filetes de pollo ó cerdo.
6. -Todo ello rebozado y frito adecuadamente.

Como podréis apreciar en la siguiente foto (que no hace justicia), el filete de M. es grande como el propio M. , de hecho, bien podría ser un filete de M. si lo cortáramos a él transversalmente y lo empanáramos.

Allí estuvimos comiendo horas, siguiendo mi regla de no tirar comida (porque es pecado) lo terminé todo aunque a mitad de camino sabía que me pasaría factura. La factura fue que sufrí un horror para desplazarme hasta casa después, cada paso fue una tortura pero bueno, la parte buena es que no necesité prepararme nada para cenar... ni desayunar ni comer al día siguiente.

Eso sí, estaba muy bueno, la calidad de los ingredientes es palpable y visible (lo preparan delante de ti) y la ensalada de patata es sublime. Si vais por Austria, probadlo que repetiréis, eso sí, no tiréis a por la bestia parda esta, probad lo mismo pero en versión para humanos. ¡Buscad este logo por las calles!

¡Hasta pronto!